Las protestas les entran a los bancos por la puerta
Primero en las plazas, después delante de las sucursales y ahora, dentro. Las protestas contra la actuación del sector bancario en la actual crisis comienzan a llegar, simbólica y también prácticamente, hasta la casa de las propias entidades. Este martes hubo dos muestras en Galicia, una en Santiago y otra en Gondomar, con dos encierros en sendas entidades del Banco Santander y de Novagalicia Banco.
En Compostela el impulsor de la movilización fue Stop Desahucios y la causa, intentar que tres familias no se queden en la calle a causa de una decisión del Santander. Miembros del colectivo y las propias afectadas se trasladaron al interior de la oficina central de la entidad en la capital gallega, en la céntrica Plaza de Galicia, para denunciar que “el paladín de los desahucios” está acosando a dos vecinas de Pontecesures, en diferentes momentos del proceso de ejecución hipotecaria“, a una vecina de A Estrada y a una familia de Brión que, en su caso, ”ya ha perdido la vivienda“ pero ”la entidad caníbal le reclama la totalidad de la deuda hipotecaria“.
“Son cuatro ejemplos de violencia”, denunciaban, y con esta premisa le exigieron al director de la sucursal que ofreciera una solución inmediata y “por escrito” para los cuatro casos. Los manifestantes repetían consignas como “casas sin gente, gente sin casas” o “un desalojo, un atentado” mientras dos furgonetas de la Policía Nacional, estacionadas y con los motores en marcha, permanecían en el exterior y numerosos agentes de la UIP -antidisturbios- recorrían las aceras próximas a la oficina.
La tensión subió cuando dos de los antidisturbios entraron en la oficina para dialogar con el director y, acto seguido, advertir los manifestantes de que podrían ser detenidos. Finalmente, a las cuatro de la tarde se produjo el desalojo sin que la Policía empleara la violencia, si bien acusa a siete de las personas que se encontraban protestando de una falta de “desobediencia”. Así y todo, Stop Desahucios advierte de que continuará desarrollando nuevas acciones de protesta contra el Santander -la próxima, a las 12 de la mañana de este miércoles-. Por su parte, el banco asegura que se pondrá en contacto con las familias, pero sin compromiso alguno por escrito.
Mientras esto sucedía en Santiago, en Gondomar una mujer, Francisca Alonso, de 60 años, decidió encerrarse en una sucursal de Novagalicia Banco para reclamar que la entidad que dirige José María Castellano le devuelva el dinero “estafado” mediante deuda subordinada suscrita con la antigua Caixanova. Cuando la sucursal terminó su horario comercial optó por continuar el cierre, pero en el espacio del cajero automático. Fue la “desesperación”, le relató a los periodistas que se acercaron al lugar, la que la llevó a tomar la decisión del cierre, movilización a la que se fueron sumando vecinos de la villa y miembros de las plataformas de afectados por preferentes y subordinadas.