Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.
La portada de mañana
Acceder
Puigdemont estira la cuerda pero no rompe con Sánchez
El impacto del cambio de régimen en Siria respaldado por EEUU, Israel y Turquía
OPINIÓN | 'Pesimismo y capitalismo', por Enric González

La segunda salida de un edil en semanas agudiza los problemas del PSOE de Santiago a cuatro meses de las elecciones

El alcalde de Santiago de Compostela, Xosé Sánchez Bugallo.

Beatriz Muñoz

0

El hasta ahora concejal de Medio Rural en Santiago de Compostela, José Manuel Pichel, ha anunciado su salida del Gobierno municipal tras conocerse su relación con la empresa propietaria de las oficinas que el Ayuntamiento alquila para que trabaje el departamento que él mismo dirige. El concejal socialista, empujado por su partido, ha tenido que dejar el cargo apenas 48 horas después de que el grupo de la oposición Compostela Aberta denunciase públicamente la situación.

La caída de Pichel es otro problema sobre la mesa del alcalde, el socialista Xosé Sánchez Bugallo, que aspira a repetir en el cargo tras las elecciones municipales convocadas para el 28 de mayo de este año, dentro de poco más de cuatro meses. Hace apenas dos meses de la crisis anterior en su equipo de gobierno. Entonces presentó su dimisión Javier Fernández, el que era concejal de Centros Socioculturais, Barrios e Obras. La tensión se hizo insostenible cuando Bugallo le retiró parte de sus competencias, las que afectan a los centros socioculturales, y se las entregó a otra concejala, Mercedes Rosón, que ya se ocupaba de las áreas de urbanismo, vivienda, ciudad histórica, acción cultural y políticas de igualdad.

Una vez que, el pasado lunes, se conoció que las oficinas a las que se había trasladado la Concellería de Medio Rural de Santiago eran propiedad de una empresa vinculada al propio concejal -lo denunció Compostela Aberta primero y después también el PP-, el Gobierno local de Santiago manifestó en un comunicado que en la declaración de bienes del edil constaba que era propietario de una empresa, pero no que esa firma tenía, de forma indirecta, parte de la propiedad del espacio alquilado por 5.000 euros al mes. Antes, en una rueda de prensa, Bugallo tuvo que hacer frente a las preguntas de los medios de comunicación sobre el asunto y llegó a decirle a una periodista: “¿Quieres hacer el favor de dejar de leer lo que dice Compostela Aberta?”. El alcalde insistió en que él no tenía conocimiento “de nada de esto”. Pichel intentó defenderse presentando un documento formalizado ante notario en el que da a entender que se había desprendido de la propiedad, pero no aportó el contrato de compraventa.

Pese a todo, el PSOE compostelano salió en defensa de Pichel con declaraciones de cargos en radios de la ciudad a lo largo del martes. Solo unas horas después, el miércoles a mediodía, el edil comunicó ante la prensa su marcha.

En el caso de Javier Fernández, el alcalde defendió en su momento que la decisión de quitarle competencias se debía a un interés por coordinar los centros socioculturales con las políticas culturales ya en manos de Rosón y por “reforzar y mejorar” la parte de obras. Por ese lado, el concejal había recibido críticas por intervenciones como las de Concheiros, un proyecto en la principal entrada del Camino en la ciudad que acumuló retrasos y fiascos en la ejecución y que derivó en que Bugallo fuese reprobado en un pleno a principios del año pasado.

Fernández reaccionó a la retirada de competencias presentado su dimisión como concejal de gobierno, pero sin dejar el Ayuntamiento. El PSOE, que gobierna en solitario pero sin mayoría absoluta en Santiago, se quedó con solo nueve de los 25 ediles. La pérdida de un concejal no cambió el juego de fuerzas, dado que en el pleno se sientan ocho representantes del PP, cinco de Compostela Aberta y dos del BNG. Fernández pasó al grupo de los no adscritos.

La caída de Pichel tampoco altera los equilibrios, pero representa un problema más cuando todas las miradas están ya puestas en la cita electoral de mayo, en la que los socialistas aspiran a retener la Alcaldía de la capital gallega. El candidato será de nuevo Bugallo, que ya gobernó entre 1998 y 2011 y volvió a acceder al cargo en las elecciones de 2019, después de un periodo de ocho años en los que la ciudad estuvo gobernada primero por el PP -en una convulsa legislatura con imputaciones y dos dimisiones de alcaldes incluidas- y luego, por la formación de izquierdas Compostela Aberta.

Etiquetas
stats