Sociedades científicas de atención primaria apoyan la huelga convocada en sanidad contra el plan de la Xunta

Las sociedades científicas de atención primaria respaldan la convocatoria de huelga para los días 26, 27 y 28 de noviembre hecha por los sindicatos en protesta por medidas propuestas por la Xunta, como el plan sobre categorías profesionales en este ámbito sanitario. La Asociación Galega de Medicina Familiar e Comunitaria (Agamfec), la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG) y la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen) han trasladado su apoyo en un comunicado conjunto en el que argumentan que las movilizaciones “no responden a motivos laborales” -también “plenamente legítimos”, añaden- sino que son “estrictamente profesionales”.

Señalan que, “como sociedades científicas con la responsabilidad de velar por la excelencia de los profesionales y por la eficacia y adecuación de la respuesta de la organización sanitaria a las necesidades de la población”, consideran que son necesarias las protestas contra los planes del Gobierno gallego, que “vulneran de manera directa estos principios”.

Se centran en la creación de nuevas categorías profesionales como la de facultativo especialista en atención primaria (FEAP), que creen que “atenta” contra la equidad organizativa, dificulta el trabajo en equipo en los centros de salud y aumentará, previsiblemente, las ausencias. Este plan de la Xunta ha sido retirado por la Consellería de Sanidade debido a la oposición frontal de los profesionales. Pese a ello, la convocatoria de huelga se mantiene. El conselleiro, Antonio Gómez Caamaño, ha avisado de que los paros van a coincidir con un momento en el que las infecciones respiratorias y la gripe van en aumento y se va a dar “la tormenta perfecta”, por lo que pide “generosidad” en las negociaciones que se están desarrollando estos días.

Las sociedades científicas rechazan también la contratación de médicos que no tienen la especialidad a través del MIR. Lo consideran “indefendible”: “Esta es una línea roja que no se puede traspasar bajo ningún concepto. Ninguna sociedad científica, de ninguna especialidad, puede aceptar un ataque semejante a la calidad asistencial ni las nefastas consecuencias que esto supone para la salud de la ciudadanía”.