Las verdades sobre los contratos con Pemex
Se van descubriendo las verdades sobre los polémicos contratos entre Pemex y los astilleros gallegos -apoyados por la Xunta- que enredaron la última campaña electoral en Galicia. Tal y como se había descubierto tras las informaciones adelantadas por Praza, la compañía petrolera mexicana no firmó contrato alguno con las empresas gallegas, sino que fue una filial de la empresa estatal. la que lo hizo. Pero tampoco fue PMI Internacional, como se había dicho en un principio, sino PMI Norteamérica S.A. (PMI NA.S.A.), que acordó mantener en “estricta confidencialidad” los acuerdos con Barreras y Navantia para así “no poner en riesgo la estrategia” que dicha filial tiene “para participar en el proceso que lleva a cabo Pemex Exploración” y poder así asegurarse su contratración en el concurso que se llevará a cabo en los próximos meses.
Así se desprende de los documentos requeridos a PMI Comercio Internacional por parte del Instituto Federal de Acceso a la Información Pública (IFAI), un organismo de transparencia del Poder Ejecutivo Mexicano Federal, que garantiza el derecho a la información pública gubernamental. Praza tuvo acceso la estas aclaraciones, después de que el dicho IFAI las requiriera ante las dudas que despertaron las continuas contradicciones sobre unos acuerdos que ni Xunta, ni Pemex, ni el Gobierno azteca lograron nunca aclarar. Ahora se arroja algo más de luz, pero sigue pendiente aclarar como es posible que los astilleros gallegos tengan asegurada la construcción de los floteles cuando aun está pendiente que compitan en un concurso para la licitación.
Según los documentos, y a pesar de “una búsqueda exhaustiva y pormenorizada en los archivos de PMI Comercio Internacional, no se encontró ningún contrato que esta filial suscribiera con empresas personales y públicas en Galicia, A Coruña, Vigo y cualquiera otra autonomía de España entre el 1 de diciembre de 2006 y el 1 de octubre de 2012”. Por tanto, el IFAI permitió una prórroga tras la que “fueron localizados dos contratos suscritos el 19 de septiembre de 2012 entre PMI NASA con las empresas Navantia e Hijos de J. Barreras”. “Tienen por objeto a construcción de dos floteles en los astilleros de las dichas empresas”, aclara.
PMI NASA es copropietaria de la refinería Deer Park, en los Estados Unidos, y se dedica a la comercialización, exportación e importación de todo tipo de productos o mercancías, en particular de petróleo crudo y de los derivados de su refinación e industrialización. Por tanto, Barreras y Navantia firmaron sendos acuerdos con esta compañía, pero bajo condiciones de “estricta confidencialidad”, tal y como acabaron por reconocer Xunta y Pemex, después de que oposición y sindicatos pidieran que se hicieran unos contratos que había negado la petrolera estatal pero confirmaba el Gobierno gallego.
“Estos contratos fueron clasificados como información reservada (...), ya que en el caso de proceder a su difusión se podría menoscabar la conducción y las negociaciones con las contrapartes”, aclara PMI Comercio Internacional, que añade que PMI NASA “y sus contrapartes pactaron en los dos contratos que se mantuviera con estrecha confidencialidad la información derivada de los términos y condiciones ahí contenidos”.
“Si PMI NASA viola o incumple sus deberes de confidencialidad podría ser sujeto de responsabilidad contractual ante autoridades jurdisdiccionales del extranjero”, insiste el documento, en el que se aclaran también las polémicas razones por las que se mantienen en secreto las condiciones del acuerdo. “La información podría ser utilizada en perjuicio de PMI NASA, provocando que no se asegure una relación sana con sus contrapartes, poniendo en riesgo la estrategia que PMI NASA planteó para participar en el proceso que a su efecto lleva a cabo Pemex Exploración y Producción”.
“Puede provocar que algún otro participante dentro del mismo procedimiento convocado por PEP aproveche en su beneficio la presente información con el fin de presentar propuestas que mejoren las condiciones pactadas por PMI NASA en sus contratos”, llega a explicar PMI Internacional, que reconoce que los acuerdos pactan unas condiciones que deberían ser suficientes para hacerse con la licitación de los dos floteles llegado el concurso, en los próximos meses.
Es aquí donde políticos y prensa mexicana siguen teniendo muchas dudas. Según fuentes aztecas conocedoras del proceso, “el asunto del concurso no fue transparente y ni mucho menos se conocen las bases de licitación”. “Por el momento, los astilleros gallegos ya tienen firmados contratos, que posiblemente se hicieron por asignación directa, como varios de los proyectos que la administración del ex presidente Felipe Calderón estuvo realizando antes de que terminara su período de gobierno”, aseguran las mismas fuentes, que insisten en las sospechas de que el acuerdo con las empresas gallegas habían sido fruto de un acuerdo político.