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¿Qué tienen que ver Churchill, el padre del “Oh My God!” y la Primera Guerra Mundial?

Churchill, receptor del primer 'OMG' del que se tiene conocimiento (Foto: d_pham | Flickr)

Álvaro Hernández

Con la llegada de los SMS, todos aprendimos a ahorrar espacio y caracteres. En todo el mundo, en todos los idiomas, comenzamos a acortar todo lo posible para poder comunicarnos con un solo mensaje de texto - 160 letras por todo lo alto - y ahorrarnos unas cuantas pesetas (a pesar de aquellos que vieron en esta medida de ahorro un peligro para la lengua y no una adaptación a los nuevos tiempos).

Con la llegada de internet - y darnos un golpe en la cabeza - corrieron como la pólvora por todo el mundo las expresiones en inglés que se habían popularizado gracias a los SMS. Sin lugar a dudas, una de ellas es el archiconocido “OMG”. Pero, ¿de dónde vienen estas tres letras?

Aunque el acrónimo OMG empezó a ser popular en los años 80 en los foros de Usenet, aún tenemos que remontarnos unos cuantos años más para llegar al verdadero origen de las siglas de esa expresión que cuenta con nada más y nada menos que seis acepciones en el Urban Dictionary -muy recomendable el segundo significado.

El padre de la criatura

El Diccionario Oxford incluyó “OMG” entre sus páginas en marzo de 2011, dejando claro que se tiene constancia de que la primera vez que se usó fue en 1917. Sí, habéis leído bien. Muy a principios del siglo XX. Y su padre no fue otro que John Arbuthnot Fisher. A menos que seas un apasionado del mundo naval, ahora mismo estarás preguntándote quién fue el tal Fisher.

“Jacky” Fisher, como es conocido en el mundo anglosajón, fue Primer Lord del Almirantazgo de la Marina Real Británica, o lo que es lo mismo, el máximo cargo al que se puede llegar en la carrera militar naval británica. Su labor en ese puesto la valió el título nobiliario de Barón, otorgado por los monarcas británicos como forma de gratitud; una suerte de Marqués de Del Bosque, pero sin Mundial de fútbol de por medio.

El Barón Fisher creó el concepto de 'crucero de batalla', colaboró en la creación de los primeros destructores e introdujo el uso de los torpedos como arma naval. En definitiva, “Jacky” revolucionó de tal forma la Marina que es considerado como la segunda figura naval más importante del Imperio Británico, por detrás del poco admirado en España almirante Nelson.

La carta

Una vez hechas las presentaciones, toca explicar cómo un alto rango militar “dio a luz” una de las expresiones más utilizadas actualmente por jóvenes (y no tan jóvenes) de todo el mundo.

Para ello hay que situarse en septiembre de 1917. A la Primera Guerra Mundial le quedaba poco más de un año para finalizar y el Barón Fisher, ya retirado de la carrera militar, le envió una carta al entonces Ministro de Municiones británico, que no era otro que Winston Churchill. En la misiva, que fue publicada en las ‘Memorias’ del Barón en 1919, Fisher le consultaba a Churchill de una forma sutil la veracidad de un rumor: iba a ser creada una nueva orden de caballería. “Ha llegado a mis oídos que hay una nueva orden de caballería sobre el tapete”, decía literalmente la carta del Barón.

Justo después, “Jacky” lo hizo. En un arrebato de modernidad, el Barón escribió “O.M.G.”, aclarando a continuación y entre paréntesis lo que querían decir esos tres místicos (y ya míticos) caracteres: “Oh! My God”, la misma expresión que ha dado nombre a 5 películas, una banda de música, 2 discos y 12 canciones, entre otras cosas.

Se refería al inminente nacimiento de la Orden del Imperio Británico, de la que forman parte aquellas personalidades que hacen algo importante en nombre del Reino Unido. O no tan importante, depende de cómo se mire. Según este criterio parece bastante sorprendente que, por ejemplo, Mr. Bean esté dentro de la orden, y el pobre Fisher no llegara a conseguir este reconocimiento nunca. La orden fue creada en 1917 y, tres años después, nuestro Barón fallecería, sin poder compartir el honor con gente como Bill Gates, Pierce Brosnan o el maldito/bendito (dependiendo de si eres 'alonsista' o te gusta más Vettel) Adrián Newey.

¿Por qué?

¿Por qué escribió esa expresión en una carta? Desde luego, su objetivo no parecía ser ahorrar tiempo o espacio, ya que, de ser así, no tendría ningún sentido haber puesto entre paréntesis el significado.

Fisher era marino y como tal se comunicaba. Es por eso que no parece tan disparatado que una persona que estuvo una parte importante de su vida comunicándose con código Morse utilice tan sólo las primeras letras de una expresión. Además, podría tratarse de una referencia jocosa a la denominación de las medallas y condecoraciones militares que se entregan en el Reino Unido, conocidas por siglas como OM, SGM, BGM, CGM... El humor inglés es lo que tiene.

Lo siento amigos internautas, pero, lejos de ser una expresión moderna, “OMG” fue creada por un señor de 76 años hace casi un siglo. Tal vez os decepcione, pero la primera persona que dijo “Oh my God”, no fue Janice, la insoportable exnovia de Chandler en Friends. Aunque hay que reconocer que tiene su punto imaginarse al bueno de Fisher hablando como ella.

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