El conseller del PP balear que pagó con dinero público la búsqueda de micrófonos en su despacho elude aclarar los hechos
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El conseller de Empresa, Empleo y Energía del Govern balear, Alejandro Sáenz de San Pedro, quien el pasado mes de septiembre contrató con dinero público a una empresa de detectives privados para revisar si en la Conselleria había instalados posibles sistemas de escucha o micrófonos, ha informado de que, aunque el barrido electrónico realizado no encontró micrófonos, sí apreció “indicios” de que pudieron colocarse en el pasado, aunque no los ha concretado.
“Las conclusiones del informe han sido claras. Tras llevar a cabo el barrido electrónico no se detectaron elementos de grabación, cierto. Ahora bien, sí se detectaron indicios de que con anterioridad podrían haber existido dichos elementos”, ha declarado el conseller en la comparecencia parlamentaria solicitada por MÉS per Mallorca ante la Comisión de Asuntos Institucionales.
El titular de Empresa ha recalcado que en el edificio de la Conselleria no se han realizado controles “durante años”. Igualmente ha resaltado que su área de gestión ha implicado “la celebración de incontables reuniones” con presencia externa de otras administraciones públicas y sector privado.
Los grupos de la izquierda han planteado diferentes preguntas al conseller, pidiéndole que especificara de dónde procedía exactamente la recomendación de hacer el barrido, en qué términos y qué sospechas concretas tenían acerca de un posible “espionaje”. También han solicitado que explicara a qué se refieren los “indicios” encontrados por los detectives.
Los diputados han recalcado que el objetivo de la comparecencia no era tanto cuestionar la contratación en sí --un coste de unos 4.000 euros--, sino aclarar las razones que llevaron a ejecutarla. “Usted planteó que era necesario. A mí me preocupa, no que usted haga el contrato, sino que pueda haber existido un espionaje, porque es una cuestión importante que nos interpela a todos. No es sólo un atentado contra su privacidad, sino contra el Govern”, ha subrayado el ecosoberanista Ferran Rosa.
En su segunda intervención el conseller se ha limitado a repetir las ideas de su parlamento inicial, insistiendo en que el objetivo del contrato era garantizar la confidencialidad en la Conselleria por lo delicado de los temas que se tratan en sus salas, y que se hizo “a través de una empresa de reconocido prestigio” regulada por la Ley de Seguridad Privada.
En su último turno, Sáenz de San Pedro solamente ha añadido que las recomendaciones se hicieron “en el ámbito exclusivamente privado e informal”. Cabe recordar que en un primer momento el Govern dijo que se había realizado el barrido por consejo de la Policía Nacional, pero posteriormente matizó que provino de una conversación privada con un agente. Este miércoles en el Parlament, el titular de Empresa también ha subrayado que no se ha sentido “inseguro” en las dependencias de la Conselleria.
“Esto se ha convertido en un tebeo de Mortadelo y Filemón”
Las respuestas del conseller no han satisfecho a los diputados de MÉS y el PSIB, que han expresado su queja, protestando asimismo porque el Govern tampoco les ha entregado documentación solicitada a través del Parlament.
“Quizás alguien dentro del Govern se ha dado cuenta de que esto, en lugar de una novela de Agatha Christie o 'House of Cards', se ha convertido en un episodio de un tebeo de Mortadelo y Filemón. Que es lo que, si no damos explicaciones, parece”, ha lanzado el socialista Ares Fernández.
Entre otras cuestiones, la oposición ha requerido al conseller que especificara a qué legislaturas afectarían las sospechas sobre supuesta vigilancia. En el edificio de la Conselleria trabajó Iago Negueruela (PSIB) de 2015 a 2019 y después Juan Pedro Yllanes (Unidas Podemos) de 2019 a 2023: “¿Es Iago Negueruela el que espía a Juan Pedro Yllanes, o es Juan Pedro Yllanes el que pretende espiarle a usted?”, ha preguntado Rosa, que no entiende “cómo una cosa tan grave se queda en nada”.
El ecosoberanista ha instado también al conseller a precisar si los “indicios” encontrados por los detectives sobre espionaje en el pasado “son potenciales, hipóteticos o se basan en cuestiones fácticas”: “¿Hay un agujero donde se pudo poner un micro, o hay vestigios de micros?”.
El PP alude a “antecedentes”
Por su parte, el diputado del PP Jordi López ha justificado la contratación de los detectives por “antecedentes que ha habido de escuchas” --posiblemente una alusión a una polémica con un 'maletín espía' en 2004--.
López ha detallado que, en una conversación que mantuvo con el conseller, éste le expresó que “era nuevo en la política y quería estar muy seguro de que todo lo que se trataba en sus instalaciones tuviera confidencialidad absoluta, ya que se hablaba de mucho dinero y proyectos futuros”, temas “muy delicados”.
El 'popular' también ha reseñado que el conseller le indicó que había optado por los detectives en lugar de solicitarlo a la Policía Nacional “precisamente para hacer un perfil bajo”. “Me sorprende que sorprenda”, ha dicho López.
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