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Apenas una semana después de que Vox dinamitase en el Parlament balear el techo de gasto balear aprobado por el PP en Balears, bloqueando de facto los Presupuestos de 2026, la Cámara autonómica ha sido testigo este martes de una nueva claudicación de los populares ante la extrema derecha: los votos de los de Santiago Abascal han permitido sacar adelante uno de los decretos estrella del Govern de Marga Prohens, el dirigido a simplificar y agilizar la tramitación de proyectos estratégicos, que hace casi tres meses tumbó la extrema derecha al considerar incumplidas sus exigencias lingüísticas en las islas.
El respaldo de Vox, sin embargo, no ha sido gratuito: para granjearse su apoyo, el Govern ha asumido la agenda negacionista de Vox hasta el punto de borrar algunos de los ejes clave de la norma. Por imposición de la extrema derecha, el texto final excluye expresamente los proyectos de energías renovables -que deberán tramitarse por la vía ordinaria-, elimina las Zonas de Interés Autonómico Energético (ZIAE) y suprime toda referencia al cambio climático.
Mientras el vicepresidente del Govern, Antoni Costa, habló la semana pasada de “ligeras modificaciones”, la portavoz parlamentaria de Vox, Manuela Cañadas, ha celebrado la “depuración radical” del texto, reivindicando una nueva victoria frente al PP: “Hemos demostrado con hechos concretos y tangibles la utilidad real de nuestra presencia en las instituciones”, ha enfatizado, aseverando que su labor ha sido la de “actuar como un dique de contención e inquebrantable frente a la ideología impuesta y los intereses que se escondían tras el mantra de la simplificación administrativa”. En esta línea, la parlamentaria ha celebrado celebrado haber “frenado en seco” una regulación que “solo buscaba favorecer a las energías renovables bajo la excusa de la transición ecológica”.
Esta nueva cesión ha permitido así al gabinete de Prohens salvar una de sus principales apuestas normativas en materia económica y, al mismo tiempo, cerrar -al menos de forma provisional- la última crisis abierta con Vox. Un movimiento con el que el Govern evita proyectar una imagen de parálisis institucional, aunque sea a costa de asumir el negacionismo climático de la extrema derecha, cuyo discurso niega el impacto humano en la crisis climática, desacredita el consenso científico alcanzado en esta materia y presenta la transición ecológica como una imposición ideológica.
Se trata de un enfoque con el que Vox busca condicionar decisiones y normativas no solo en Balears, sino también en otras autonomías como la Comunitat Valenciana, donde los de Abascal han Vox ha advertido al PP de que si quiere su apoyo para investir a un nuevo presidente tras la dimisión de Carlos Mazón deberán asumir su agenda negacionista del cambio climático, o, como ellos lo denominan, “fanatismo climático”.
Durante el debate de la iniciativa, En concreto, el decreto contempla simplificar la burocracia asociada a las actividades económicas, especialmente en el ámbito de las inversiones, reducir la carga administrativa y facilitar los procesos a las empresas interesadas en implantarse o crecer en Balears. Para ello, prevé la creación de la figura de los Proyectos de Especial Interés Estratégico (PEIE), con un marco único para agilizar y simplificar la tramitación administrativa y acompañar tanto proyectos públicos como privados. También se restituye la Unidad Aceleradora de Proyectos Estratégicos (UAPE), integrada en la Oficina de Planificación y Coordinación de Inversiones Estratégicas, que actuará como ventanilla única y ofrecerá seguimiento y apoyo técnico a los promotores.
Los proyectos podrán ser declarados PEIE por volumen de inversión, creación de empleo o impacto transformador en el modelo económico balear. La declaración dará acceso a tramitación preferente, reducción de plazos, acompañamiento técnico, coordinación con las distintas administraciones y prioridad a la hora de optar a financiación.
Antes de que Vox tumbara en septiembre el decreto, el Govern declaró como proyecto de especial interés estratégico el nuevo centro universitario Beato Luis Belda, en Mallorca, adscrito a la institución católica privada CEU San Pablo, una decisión que otorga un trato preferente a una iniciativa educativa confesional, situándola en la misma categoría que proyectos empresariales considerados esenciales para la transformación económica de las islas.