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Presión sobre May por el acuerdo del Brexit: dimisiones, falta de apoyos y una moción de censura en ciernes

Theresa May, durante su intervención en la Cámara de los Comunes

Cristina Armunia Berges

A Theresa May se le han multiplicado los problemas este jueves. Jacob Rees-Mogg, partidario del Brexit duro y presidente del ERG (un grupo de diputados conservadores que apoyan la salida de la UE), ha anunciado en el Parlamento que pedirá una moción de censura contra Theresa May. En su declaración, Rees-Mogg asegura que el proyecto presentado “ha resultado ser peor de lo previsto y no cumple las promesas hechas a la nación por la primera ministra”.

El tory, que encabeza el ERG al que pertenecen 50 parlamentarios, informó de que enviará una carta solicitando al presidente del grupo parlamentario Conservador, Graham Brady, para promover una elección de nuevo líder.

“Es muy importante que los políticos se atengan a sus compromisos o que no se comprometan a hacer cosas que luego no cumplen. Lamentablemente, esta no es la situación, por lo que, de acuerdo con las normas y procedimientos pertinentes del Partido Conservador y de la comisión de 1922, esto es una carta formal de censura al líder del partido, a la Excma. Sra. Theresa May”, concluye y asegura ante los medios que esto no tiene nada que ver con la ambición personal.

Según recoge la agencia EFE, una fuente de Downing Street asegura que May plantará cara si, finalmente, se produce una petición de nuevo líder. En el caso de que 48 diputados conservadores lo pidan, la formación convocaría una votación en la que los críticos deberían sumar 158 votos (la mitad de los 316 tories) para iniciar un proceso de primarias.

¿Solo faltan 134 días?

Este jueves, Theresa May ha presentado el acuerdo del Brexit ante el Parlamento, después de haber conseguido el apoyo de su gabinete en una tensa reunión de cinco horas en Downing Street. “Reino Unido abandonará la UE dentro de 134 días”, ha dicho en la primera parte de su comparecencia y tras una cascada de dimisiones.

Hasta el momento se han producido cuatro renuncias, entre ellas, la del ministro para el Brexit Dominic Raab, la de la ministra de Trabajo Esther McVey y la del secretario de Estado para Irlanda del Norte Shailesh Vara por su desacuerdo con el borrador. “No puedo en conciencia apoyar los términos propuestos para nuestro acuerdo con la Unión Europea”, ha afirmado Raab.

Raab, que accedió al puesto tras la dimisión de David Davis el pasado julio, se ocupó del último tramo de las negociaciones con la Comisión Europea, y hasta ahora había apoyado el plan gubernamental.

Durante el discurso que ha abierto la sesión, May ha defendido en medio de algunas risas cargadas de ironía y abucheos que el Brexit es un plan con el que se protegerán los trabajos, la seguridad y la integridad de Reino Unido. El Brexit, según ha dicho, significará actuar en un contexto de intereses nacionales. La conservadora también ha recordado que cuando se convirtió en primera ministra no había ningún plan, criticando de manera implícita a Cameron.

Ha añadido que ha sido un proceso muy frustrante y que ha obligado a su país a enfrentarse a cuestiones muy difíciles. Cuando se llegue al acuerdo final, ha dicho, regresará al Parlamento para pedir a los diputados que finalmente lo apoyen por el interés nacional.

Cuando enumeró los aspectos positivos del pacto y escuchó las risas de las bancadas, May recordó que el borrador es el mejor acuerdo posible y que la alternativa a este sería “ningún pacto” o que “no haya Brexit”. También ha descartado posponer la fecha de la salida de la UE para alargar negociaciones con Bruselas.

La oposición se planta

Por su parte, el líder de la oposición Jeremy Corbyn ha utilizado su primer turno de palabra para decir que el Gobierno de May “está en caos” y que si el ministro para el Brexit, que ha dimitido, no puede apoyar el acuerdo, los diputados tampoco podrán respaldarlo. Corbyn ha asegurado en la Cámara que, en dos años de negociaciones, todo lo que ha conseguido el Gobierno es un documento vago y que no hay nada claro sobre la futura estrategia para la migración.

También se ha pronunciado el alcalde de Londres Sadiq Khan. Mediante una carta, el regidor asegura que tras estudiar las 585 páginas del pacto “técnico” al que han llegado con Bruselas, cree que es un “mal acuerdo” y pide a los diputados que voten en contra.

Este jueves se decidirá la fecha de la cumbre de jefes de Gobierno para sancionar el acuerdo, a finales de mes. Después de esto, seguramente en diciembre, el Gobierno se someterá a una votación crucial en el Parlamento donde los diputados tendrán que decidir si apoyan o no el acuerdo. Está previsto que Reino Unido abandone la UE el 29 de marzo, momento en el que entrará en vigor el periodo de transición.

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