La ascensión meteórica de uno de los fieles de Macron: ¿quién es el nuevo primer ministro francés, Gabriel Attal?
La de Gabriel Attal (Clamart, 1989) es la historia de una ascensión meteórica. Una trayectoria política que recuerda a la del propio Emmanuel Macron, que llegó a la presidencia de la República en 2017, con menos de 40 años, y que este martes ha nombrado al primer ministro más joven de la historia de Francia.
A sus 34 años, Attal, hasta ahora ministro de Educación, ha sido el elegido por el presidente para intentar dar una nueva dinámica a su segundo mandato, debilitado por la falta de apoyo en el Parlamento y con un partido fracturado por la aprobación de la reciente ley de la inmigración.
Considerado como miembro del ala izquierda de la formación presidencial, sus primeros pasos en la política los dio en el Partido Socialista (PS). Attal forma parte del círculo de jóvenes que participaron en la puesta en marcha del proyecto de Emmanuel Macron, un grupo cuyos miembros se habían conocido algunos años antes trabajando en la candidatura fallida de Dominique Strauss-Kahn.
Elegido diputado en 2017, poco después de la llegada al poder de Macron, fue nombrado secretario de Estado en 2018, a los 29 años, lo que ya entonces le convirtió en el miembro más joven de un Gobierno bajo el actual sistema de la Vª República. Su capacidad de comunicación para defender la acción de Emmanuel Macron y de su Gobierno le convirtió en un habitual de los platós de televisión y en 2020 fue elegido portavoz del Ejecutivo.
Así, el antiguo militante del PS no tuvo problemas en convertirse en el rostro del Gobierno de Jean Castex, un hombre venido de la derecha. Un hecho criticado a menudo desde las formaciones de izquierda, que señalan la falta de coherencia ideológica y la excesiva ambición del nuevo primer ministro, además de subrayar que se trata de un producto de la élite parisina.
“Attal recupera su puesto de portavoz. Desaparece el cargo de Primer Ministro. El monarca presidencial [Macron] gobierna solo con su corte”, fustigaba este martes Jean-Luc Mélenchon, líder de Francia Insumisa en un mensaje publicado en X. “Ay de los pueblos cuyos príncipes son niños”.
Lo cierto es que la infancia y adolescencia de Attal se desarrollaron en uno de los barrios más acomodados del centro de París, entre el hogar familiar y la exclusiva École Alsacienne, para después pasar por la facultad de Sciences Po y realizar sus primeras experiencias profesionales como becario en la Asamblea Nacional. Su padre fue abogado y productor de cine (entre otros de Tacones Lejanos, de Pedro Almodóvar) y su madre trabajaba también en una empresa de producción.
Además de ser el primer ministro más joven de la quinta república, Gabriel Attal también es el primero en declarar publicamente su homosexualidad. De hecho, tras el anuncio de su nombramiento, las asociaciones de lucha contra la homofobia celebraron “el hecho de que ser homosexual o gay ya no sea hoy un obstáculo para ocupar puestos de responsabilidad”, en palabras de SOS Homophobie.
No obstante, la misma organización ha subrayado también que “lo importante son las acciones y las políticas” y afirma esperar que “el Gobierno aborde de frente la cuestión de la violencia y las agresiones contra las personas LGBTI, y tome medidas concretas en favor de la igualdad de derechos”.
Popularidad creciente
Desde su llegada al Gobierno en 2018, Attal ha ido superando todas las etapas sin ningún paso en falso hasta alcanzar la jefatura del Ejecutivo: portavoz, ministro de Cuentas Públicas en 2022 –un puesto tradicionalmente ocupado por políticos jóvenes con aspiraciones de poder, en el que le precedieron, entre otros, Laurent Fabius y Nicolas Sarkozy– y ministro de Educación en julio de 2023.
Aunque sólo ha ocupado este último cargo cinco meses, sus primeros pasos en el ministerio y los múltiples anuncios que ha realizado han recibido la aprobación general de los franceses: su decisión de prohibir la abaya (un vestido largo que llevan algunas mujeres musulmanas) en los establecimientos escolares originó una agitada polémica, pero finalmente fue respaldada por gran parte de la opinión pública en los sondeos.
De hecho, hoy las encuestas lo sitúan en las mismas cotas de popularidad que uno de sus predecesores en el cargo, Édouard Philippe, actual favorito de cara a la presidencial de 2027. Mientras que Philippe decidió fundar su propio partido al salir del Gobierno con vistas a esa cita electoral, la trayectoria de Gabriel Attal refuerza la idea de que será el candidato natural del partido fundado por Emmanuel Macron, Renacimiento, en la próxima presidencial.
La fidelidad al movimiento presidencial ha sido uno de los elementos que Emmanuel Macron ha querido subrayar en el mensaje de bienvenida en la red social X. “Querido Gabriel, sé que puedo contar con tu energía y compromiso para poner en marcha el proyecto de 'rearme y regeneración' que anuncié [en su discurso de Nochevieja]. En consonancia con los valores del espíritu de 2017: superación y audacia. Al servicio de la nación y de los franceses”.
Primeros pasos
Más complicada será su relación con el resto de formaciones políticas, un punto clave en un paisaje parlamentario fraccionado en el que el partido presidencial no dispone de mayoría absoluta. Pese a su pasado socialista, su nombramiento ha sido más criticado por las formaciones de izquierda que por las de derecha.
En los últimos meses la prensa francesa ha desvelado que Attal ha estado cultivando sus relaciones con líderes del partido Los Republicanos, incluyendo una comida en privado con Nicolas Sarkozy, que en los últimos meses ha alabado públicamente sus primeros pasos en el ministerio de Educación.
De momento, el martes por la tarde Gabriel Attal pudo realizar su primera visita oficial en el cargo, un desplazamiento a los afectados por las inundaciones en la región del Paso de Calais. Y en los próximos días debe anunciar la composición de su nuevo Gobierno.
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