Las claves de un fallido golpe de Estado en Turquía
La fecha del 15 de julio de 2016 tiene un sitio especial en la historia de Turquía. Los militares, que habían logrado derrocar a cuatro líderes electos desde 1960, no pudieron con el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan. Han pasado dos días desde el fallido golpe de Estado y en lugar de aclararse qué sucedió nuevos interrogantes han ido emergiendo: ¿Fue el clérigo suní Fetulá Gülen el cabecilla de la asonada? ¿Fue el propio Erdogan? ¿Qué clase de golpistas no se hacen con el control de todas las televisiones?
Con independencia de la verdad, probablemente difícil de saber en años, el vencedor, que primero fue víctima, es de nuevo el presidente, que después de derrotar en la arena política a todos sus adversarios ha conseguido plegar las rodillas de su mayor enemigo: el Ejército, heredero del fundador de la República, Mustafa Kemal Atatürk. O al menos eso quedará en el imaginario de la mayor parte de anatolios.