May promete que los ciudadanos europeos con cinco años de residencia podrán solicitar el estatus británico
La primera ministra británica, Theresa May, comunicó este jueves que la concesión del estatus británico de establecimiento a cualquier ciudadano de la UE en el Reino Unido con cinco años de residencia en una fecha específica entre el momento de activación del artículo 50 de los tratados para la salida del país (marzo de 2017) y el momento de la marcha del país, prevista para marzo de 2019.
A estas personas se las tratará como si fueran ciudadanos británicos en lo que respecta a la asistencia sanitaria, la educación, las prestaciones sociales y las pensiones.
A cualquier ciudadano de la UE con menos de cinco años de residencia que llegue antes de una fecha de corte se le dará tiempo para quedarse hasta que cumpla esos cinco años para poder obtener el estatuto británico de establecimiento.
Según la primera ministra británica, esa fecha específica de corte, que aún debe ser discutida, no debe ser anterior a la activación del artículo 50 ni posterior a la de salida del país de la Unión.
May también habló de un periodo de gracia cuya duración aún debe ser determinada, pero que espera que no sea superior a dos años, a fin de permitir que los europeos regularicen su estatus en el país. La mandataria dejó claro que la “reciprocidad” es “vital” y que ambas partes deben acordar los términos y crear certidumbre lo antes posible en las negociaciones.
No habrá expulsiones
La primera ministra británica también ha explicado a los líderes comunitarios que los ciudadanos europeos que residan actualmente de forma legal en el Reino Unido no serán expulsados con el “brexit”, y propuso que los que lleguen hasta el momento de salida del país de la UE puedan regularizar su situación.
Ha sido en la primera cumbre europea a la que asiste May tras haber perdido su mayoría en las elecciones británicas, donde la primera ministra ha desvelado sus planes para los tres millones de europeos que viven en el Reino Unido de cara al “brexit”, del que dará más detalles ante el Parlamento de su país la semana próxima.
May garantizó a sus todavía socios comunitarios que no se pedirá a ningún ciudadano de la UE que vive actualmente de forma legal en el Reino Unido que deje el país en el momento del “brexit”, y que todos los ciudadanos europeos que residan legalmente al producirse la desconexión de la Unión tendrán la oportunidad de regularizar su estatus.
Y hasta que el Reino Unido sea un Estado tercero, dejó claro que todos los europeos residentes allí tendrán sus derechos protegidos. “Nadie se enfrentará a un abismo”, dijo May, según destacó un alto funcionario británico.
Una valoración positiva
Una vez concluyó May su exposición, el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, dio por concluida la primera jornada de la cumbre sin turno de réplica de los otros 27 líderes -como había sido acordado-, que tras despedirse de la primera ministra británica iniciaron una breve reunión para evaluar el inicio de las negociaciones del “brexit”, que comenzaron el pasado lunes. Tusk había recordado este jueves que el Consejo Europeo no es el foro para las negociaciones.
A la salida, los líderes que se pronunciaron sobre las propuestas de May coincidieron en su vaguedad. Un ejemplo ha sido el primer ministro luxemburgués, Xavier Bettel, que pidió esperar al lunes, cuando May presentará en detalle sus ideas.
“Pero por ejemplo dijo que los ciudadanos que viven desde hace cinco años en el Reino Unido deberían tener derecho a quedarse. Creo que estas personas han participado en la economía británica, así que es importante que al menos sepan cuál será su futuro”, comentó.
El canciller austríaco, Christian Kern, consideró la intervención de May un “primer buen paso que apreciamos”, pero lamentó que “tantos detalles” quedaran abiertos y que “muchos ciudadanos europeos concernidos no estén cubiertos por las propuestas de May. Así que hay un largo, largo camino de negociaciones”, advirtió.
“Tendremos la propuesta exacta el lunes, y entonces veremos”, se limitó a decir el primer ministro finlandés, Juha Sipila.
Fuentes comunitarias indicaron que una vez tengan todos los detalles los europeos deberán contrastar las ideas de May con su propuesta para los ciudadanos de la Unión, considerados prioritarios en la negociación.
Durante la reunión a 27, los líderes también aprobaron el procedimiento para elegir en noviembre la nueva sede de la Agencia Europea del Medicamento y la Autoridad Bancaria Europea, actualmente en Londres.