Reino Unido pide disculpas por usar la expresión “Alá es grande” durante un simulacro de atentado
Ocurrió el pasado 10 de mayo en un centro comercial de Manchester. Un terrorista vestido de negro entra en un centro comercial al grito de Allahu Akbar (Alá es grande) y pocos segundos después hace estallar una supuesta bomba. La gente, aterrorizada, se tira al suelo, se arrastra, grita y llora. Otros corren de un lado a otro guiados por lo que parecen vigilantes de seguridad del centro comercial. Después llega la policía y el ataque termina. Afortunadamente, ha sido un simulacro.
El ejercicio, que involucró a unas 800 personas, se emitió el martes en la televisión británica. Ya hay quien ha pedido responsables. El alcalde del Gran Manchester, Tony Lloyd, sin ir más lejos: “fue imprudente, innecesario e inaceptable”. Y continúa, refiriéndose al grito de Allahu Akbar, que “no añade nada al simulacro, pero tiene el potencial de socavar las grandes relaciones con la comunidad [musulmana] que tenemos en Manchester”. El ejercicio fue ideado por las fuerzas de seguridad británica en diciembre del mes pasado, después de los ataques de París que costaron la vida a 130 personas.
Por su parte, la policía británica se ha visto obligada a pedir disculpas. Garry Shewan, de la policía mancuniana, colgó un comunicado en Facebook en el que pedía disculpas y recapacitaba sobre el uso de la frase. “Pensándolo bien, reconocemos que fue inaceptable el uso de esta frase religiosa inmediatamente antes del ataque suicida del simulacro, que vinculaba así este ejercicio con el Islam”.
Shewan también reconoció que el simulacro estaba basado en “un ataque suicida de una organización extremista del estilo del Daesh [acrónimo árabe del Estado Islámico]”. Y concluía: “Reconocemos y ofrecemos disculpas por la ofensa que esto ha causado”.