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Opinión - ¿Y ahora qué? Por Marco Schwartz

The Guardian en español

Cómo empezaron y por qué son tan letales los incendios de Hawái

Vista aérea de la ciudad de Lahaina, arrasada por las llamas de los grandes incendios en la isla de Maui, en Hawái.

Dani Anguiano

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Los incendios sin precedentes que están activos en la isla de Maui, en Hawái, han desplazado a miles de residentes, destruido parte de una ciudad centenaria y matado a al menos 53 personas. El desastre natural está entre los incendios más letales de Estados Unidos en los últimos años.

Las llamas, impulsadas por los vientos de un huracán, prendieron durante la noche y se movieron tan rápido que algunos residentes saltaron al océano para escapar del fuego y el humo. Los equipos de emergencia continúan luchando contra los incendios, que han arrasado varios vecindarios, incluida la ciudad histórica de Lahaina.

“Acabamos de vivir el peor desastre que he visto jamás. Toda Lahaina se ha quemado hasta quedar arrasada. Es como un apocalipsis”, afirmó Mason Jarvi, un residente de la ciudad que escapó de las llamas.

Las autoridades han abierto cinco refugios para los evacuados y unos 4.000 turistas todavía estaban intentando salir este jueves del oeste de la isla de Maui, según Ed Sniffen del Departamento de Transporte de Hawái.

Mientras, los bomberos continúan luchando contra tres grandes incendios y el paso a la parte occidental de la isla está cerrado, excepto para los trabajadores de emergencia y los evacuados.

¿Cómo se desató el infierno?

Los incendios parecen haber dado comienzo en la vegetación y luego se extendieron rápidamente a las áreas pobladas, cuando las ráfagas de viento de más de 90 kilómetros por hora barrieron la isla.

La conflagración arrasó la costa de Lahaina con una velocidad y ferocidad alarmantes, abriéndose camino entre las intersecciones y pasando de un edificio de madera a otro, en el centro histórico que data del siglo XVIII y figura en el Registro Nacional de Lugares Históricos.

Los residentes salieron a las calles llenas de gente, algunas de las cuales estaban bloqueadas por escombros en llamas. La Guardia Costera de Estados Unidos rescató el martes a 14 personas, incluidos dos niños, que habían saltado al agua para escapar.

“Fue un incendio clásico de interfaz urbana forestal, en el que se incendió la vegetación, pero se trasladó a un área urbana y comenzó a quemar estructura a estructura”, tal y como explica el científico climático Daniel Swain.

¿Qué está alimentando las llamas?

No se ha determinado la causa de los incendios, pero estallaron cuando en la isla se registraban fuertes vientos y baja humedad que, según advirtió el Servicio Meteorológico Nacional, darían lugar a un alto riesgo de incendio, con el peligro añadido de una rápida propagación.

Hawái experimentaba condiciones de sequía y estaba en la temporada seca cuando el huracán Dora, a varios cientos de kilómetros de distancia, causó vientos especialmente fuertes. Las islas se sitúan entre una alta presión al norte y un sistema de baja presión asociado a Dora, a cientos de kilómetros de distancia, explica Jeff Powell, meteorólogo de Honolulu.

La diferencia en la presión del aire impulsaron unos vientos alisios inusualmente fuertes, que avivaron las destructivas llamas. Los vientos, reforzados por el huracán, derribaron el cableado eléctrico y, al moverse hacia abajo, contribuyeron a la gran propagación de las llamas.

Neil Lareau, profesor de ciencias atmosféricas en la Universidad de Nevada, Reno (EEUU), afirmó en la red social X (Twitter) que los vientos descendentes son los impulsores de los incendios de mayor impacto.

De hecho, los incendios impulsados por el viento descendiente están detrás de la pérdida del 60% de las estructuras y del 52% de las muertes en incendios forestales en el oeste de Estados Unidos desde 1999, según un estudio académico de 2023.

¿Qué papel juega el cambio climático?

La crisis climática, impulsada por el uso de combustibles fósiles, está aumentando la frecuencia y la intensidad de los fenómenos meteorológicos extremos, incluidos los incendios forestales como los de la isla de Maui.

Clay Trauernicht, científico de la Universidad de Hawái, asegura que la temporada de lluvias podría favorecer el crecimiento de plantas como la hierba de Guinea, una especie invasora que se encuentra en partes de Maui, que podría aumentar 15 centímetros al día y alcanzar los 3 metros de altura. Esa hierba se convierte en un polvorín para incendios forestales a medida que se seca.

“Esas praderas acumulan combustible (para los incendios) muy rápidamente”, agrega Trauernicht. “En condiciones más cálidas y secas, con precipitaciones variables, solo exacerbaría el problema”, explica.

“El cambio climático no solamente aumenta el riesgo de incendios al aumentar las temperaturas, sino que también aumenta la probabilidad de huracanes más fuertes. A su vez, esas tormentas pueden generar fenómenos de vientos más fuertes, como el que está detrás de los incendios de Maui”, explica el científico.

Los expertos advierten de que los desastres naturales, como el de Maui, se deben a múltiples factores, pero la crisis climática contribuye de forma innegable.

“Este tipo de desastres relacionados con el cambio climático van realmente más allá del alcance de los fenómenos a las que estamos acostumbrados”, declara Kelsey Copes-Gerbitz, investigadora postdoctoral en la Facultad de Ciencias Forestales de la Universidad de la Columbia Británica (Canadá). “Estos múltiples desafíos que interactúan entre sí son los que realmente conducen a un desastre”, opina.

La situación en Hawái ha recordado escenas de devastación vividas en otras partes del mundo este verano, como los incendios forestales causados por un calor récord, que obligaron a la evacuación de decenas de miles de personas en Grecia, España, Portugal y otras partes de Europa, y los fuegos inusualmente graves que azotaron el oeste de Canadá.

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