Aparcamiento “solo para traficantes”: los londinenses tiran de ironía para luchar contra el tráfico de drogas
La libertad con la que los traficantes de drogas han estado trapicheando en una de las zonas más concurridas del este de Londres ha inspirado a la comunidad local para organizar una lucha satírica. Los vecinos han instalando señales por la ciudad que designan puntos de “recogida de crack” y que piden a los conductores “ceder el paso a los traficantes de drogas”.
Las señales se plantaron el domingo por la mañana cerca de Shoreditch, un lugar conocido por su vida nocturna y cuyos residentes se han quejado de que pueden llegar a ver hasta 10 ventas de drogas en diferentes rincones. Los vecinos aseguran que los traficantes van en coche o moto a toda velocidad por calles estrechas y se suben a las aceras.
En una calle, los residentes han pintado un aparcamiento que dice “solo traficantes”. También han levantado una señal de prohibido circular con la misma expresión.
“En los últimos dos o tres años se ha convertido en un gran problema”, señala Penny Creed, vicepresidente de la Asociación de Residentes e Inquilinos de Columbia Road, la cual ha encargado las señales. “Se han cortado los programas de drogas y los programas de salud mental. Es la tormenta perfecta”, añade.
Las autoridades del barrio londinense de Tower Hamlets retiraron las señales en tan solo 24 horas. Una respuesta muy rápida, afirma Creed, teniendo en cuenta que el coche de un presunto traficante se estrelló contra un bolardo hace unas semanas y todavía no se han arreglado los daños.
Los frustrados residentes creen que el éxito de la vida nocturna de Shoreditch ha atraído a mendigos y personas sin hogar a “trabajar en las calles”, que rebosan de juerguistas durante buena parte de la semana. Los traficantes han llegado aquí para abastecer a este mercado, afirman.
“Una esquina de nuestra calle se utiliza como punto de recogida de droga las 24 horas del día”, denuncia Jonathan Moberly, residente en Chambord Street. “Adictos al crack y a la heroína se reúnen en pequeños grupos esperando el suministro, que llega en un coche que circula a toda velocidad. Es prácticamente imposible no encontrarse con estas reuniones al salir o al volver a casa
“Hace seis meses, un traficante atropelló a mi hijastro Jake y posteriormente se dio a la fuga con el coche. Se hizo mucho daño en el tobillo y sigue sin poder volver a trabajar. Las autoridades parecen no tener poder o interés en actuar”, cuenta Moberly.
Maggie Hitchins, residente en Ravenscroft Street, cuenta que le robaron hace poco y ahora apenas duerme en casa. “Tengo miedo, me siento vulnerable y nerviosa”, señala. “Siento que las autoridades me han abandonado”, añade.
John Biggs, alcalde laborista de Tower Helmets, asegura que entiende la frustración de los vecinos. “Este es un gran problema en muchos lugares, no solo en Tower Hamlets, pero la zona de Shoreditch es un punto caliente”. “Ese es principalmente un problema criminal y necesitamos a más policías por las calles”, añade.
“La policía no es responsabilidad del Ayuntamiento y los recortes del Gobierno han tenido un gran impacto. En Tower Hamlets hemos perdido unos 200 agentes y esto tiene un impacto tangible sobre el terreno. A menudo la actividad criminal, incluido el tráfico de drogas, no se para y, al igual que los residentes, creo que esto es inaceptable”, señala Biggs
Traducido por Javier Biosca Azcoiti