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The Guardian en español

La proporción de psicópatas en Silicon Valley, entre cuatro y ocho veces mayor que la media

Imagen promocional de la película American Psycho, cuyo protagonista es uno de los psicópatas más famosos del cine

Olivia Solon

Hay una gran proporción de consejeros delegados psicópatas en Silicon Valley, a los que les dan alas inversores protectores y débiles departamentos de recursos humanos. Así lo ha explicado un panel de expertos en el festival SXSW. Aunque el término psicópata normalmente tiene connotaciones negativas, algunos atributos asociados a este desorden pueden ser ventajosos en un entorno empresarial.

“Un verdadero psicópata es alguien que presenta una mezcla de déficits que tienen que ver con lo emocional, lo interpersonal, el estilo de vida y el comportamiento pero también una sorprendente capacidad para enmascararlo. La primera impresión que te llevas de ellos es que son encantadores, muy sociables. Pero debajo de esto hay una profunda falta de remordimiento, una gran crueldad y una gran falta de empatía”, explica el psicólogo clínico y forense Michael Woodworth, que ha trabajado con asesinos psicópatas en prisiones de alta seguridad.

“Tienen ciertas características como la de ejercer una posición dominante sin miedo, el atrevimiento y la falta de emoción. Dentro de la escala de la psicopatía, muchos de los presidentes más exitosos ocupaban un puesto bastante alto”, asegura el especialista.

Según señalan estudios recientes, hay un elevado número de casos de psicopatía entre los ejecutivos de alto nivel en un entorno corporativo: entre el 4 y 8%, cuando entre la población en general ese nivel es del 1%. Esto es lógico, según el inversor de capital riesgo en la meca tecnológica Bryan Stolle porque “iniciar una empresa es un acto irracional”.

“Tienes que tener un ego y capacidad de engaño enormes para embarcarte en tal viaje”, asegura. “Tienes que hacer sacrificios y renunciar a cosas, incluso a tu matrimonio, a tu familia y amigos. Y tienes que convencer a otras personas. Así que en su mayoría son personas muy carismáticas, encantadoras y te hacen creer que no hay nada imposible”.

Superación y manipulación

Sin embargo, estos atributos positivos están también acompañados de la manipulación. “Una de las cosas que les hace ser personas extremadamente complicadas dentro de las empresas es su disposición para la manipulación a través de la mentira”, asegura Jeff Hancock, sociólogo de Stanford especializado en psicopatía.

“Los psicópatas seleccionan a las personas a las que pueden utilizar como lacayos o seguidores, como cualquiera en un departamento de RRHH que puede tener cuando le interese”, asegura Woodworth. Sin embargo, cuando un psicópata no consigue lo que quiere, pierde su capa encantadora. “Cuando las cosas no pasan de la manera que pensaban, tienden a cambiar por completo y a recurrir a la intimidación”, asegura Stolle.

En este momento, según Hanckock, “se viene abajo sus máscaras de cordura”. “Y como son fundadores y líderes suelen estar protegidos por los departamentos de recursos humanos. Esto a su vez refuerza estos comportamientos”. Cita a Uber y a las acusaciones de acoso sexual realizadas por su antigua empleada Susan Fowler como un ejemplo de una compañía con un departamento de recursos humanos que “va en una dirección equivocada”.

Pero no solo los departamentos de recursos humanos dan alas a los psicópatas sino también los inversores. “Cuando inviertes en un emprendedor, lo proteges. Todo gira en torno a esa persona. Estás unido a ella y tienes que ignorar ese tipo de comportamientos a menos que sea algo imposible”, comenta Stolle.

“Tener un psicópata dentro de una empresa puede llevar a una deficiente retención de empleados, añade Hancock, haciendo referencia a la investigación del FBI que halló que en los departamentos dirigidos por psicópatas desciende la productividad y la moral en el equipo.

“Se puede perder a ocho de cada 14 personas por culpa de un psicópata. Ese es el coste real de tener a alguien así en tu organización, especialmente si hay encubrimiento por parte del equipo de recursos humanos”, apunta. Hancock ha desarrollado un software capaz de analizar el lenguaje escrito –en mails, tuits y posts– y encontrar pistas asociadas a la psicopatía.

“Suele haber déficit de emoción, utilizan pocas palabras relacionadas con la angustia y mucho lenguaje hostil”, comenta, añadiendo que tienen poca fluidez y es difícil de entenderles. También encuentran dificultades a la hora de adaptar su lenguaje para diferentes entornos como por ejemplo cuando escriben un mensaje privado o un post público. Y esto es así porque están más interesados en sí mismos que en los otros, tienden a referirse mucho menos a los demás que las personas que no presentan psicopatía.

Esto significa que la comunicación textual es una manera mucho mejor para comunicarse con alguien que supuestamente es un psicópata, ya que esto le despoja de sus distracciones no verbales como el carisma o la confianza. “La comunicación textual hace que seas menos manipulable y en un contexto online es más fácil descubrirlos”.

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