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The Guardian en español

Un soldado ruso pide asilo en Madrid: “Esto es una guerra criminal que empezó Rusia”

Soldados caminan entre tanques rusos destruidos en Bucha, en las afueras de Kiev.

Pjotr Sauer

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Un miembro de las fuerzas armadas rusas que participó en la invasión de Ucrania ha solicitado asilo tras aterrizar en Madrid, según ha podido saber The Guardian.

Nikita Chibrin, de 27 años, dice que pasó más de cuatro meses en Ucrania como parte de la 64.ª Brigada Independiente Motorizada, una unidad acusada de cometer crímenes de guerra en la región de Kiev en marzo.

Chibrin aterrizó este martes en la capital española y estuvo retenido en el centro de inmigración del aeropuerto.

En una entrevista telefónica desde el aeropuerto este miércoles por la noche, Chibrin negó su participación en los crímenes de guerra denunciados por su unidad y aseguró que no disparó “un solo tiro” mientras estuvo en Ucrania.

“No tengo nada que ocultar”

Cuenta que está deseando testificar en un tribunal internacional sobre su experiencia en Ucrania. “No tengo nada que ocultar”, dice. “Esta es una guerra criminal que empezó Rusia. Quiero hacer todo lo posible para que acabe”.

Chibrin dice que decidió huir de Rusia después de desertar de su unidad en Ucrania en junio. Según su testimonio, comunicó a sus comandantes su oposición a la guerra el 24 de febrero, el primer día de la invasión. Dice que le quitaron su rango como mecánico del Ejército después de pronunciarse en contra de la guerra y luego se le asignó la tarea de hacer trabajos manuales.

“Me amenazaron con encarcelarme. Al final, mis comandantes decidieron utilizarme para limpiar y cargar. Me alejaron del campo de batalla”, dice sobre su tiempo en Ucrania.

The Guardian no ha podido verificar todos los detalles de la historia de Chibrin de forma independiente.

Chibrin ha proporcionado documentos y fotografías que muestran que estuvo destinado en la 64.ª Brigada Independiente Motorizada en Ucrania.

Maxim Grebenyuk, un abogado que dirige la organización Military Ombudsman con sede en Moscú que ayuda a los soldados rusos, explica que Chibrin se puso en contacto con él durante el verano. Grebenyuk dice que Chibrin le habló sobre su oposición a lo que el Kremlin llama su “operación militar especial” y su deseo de no luchar en Ucrania.

Chibrin es el segundo militar ruso conocido que ha huido del país después de participar en la invasión. En agosto, The Guardian entrevistó a Pavel Filatyev, un exparacaidista ruso que huyó del país después de escribir unas memorias en las que criticaba la guerra.

Nacido en Yakutsk, en el este de Siberia, Chibrin se unió al Ejército ruso en el verano de 2021. “No pensé que fuera a ir a ninguna guerra”, dice. Cita las dificultades económicas como el motivo de su decisión de unirse al Ejército.

Chibrin cuenta que entró por primera vez a Ucrania con su unidad el 24 de febrero, cruzando la frontera con Bielorrusia. “No teníamos ni idea de que íbamos a luchar en Ucrania”, dice. “Nos engañaron”.

Según dice, pasó el primer mes de la invasión en el pueblo de Lypivka, a unos 50 kilómetros al oeste de Kiev

La brigada de Chibrin está acusada de ejecutar a civiles en Bucha y Andriivka, dos pueblos cercanos a Lypivka, durante ese periodo.

La web de investigación rusa iStories publicó anteriormente una confesión de un soldado que formaba parte de la unidad de Chibrin, en la que admitía ante las cámaras haber disparado y asesinado a un residente civil en la ciudad ucraniana de Andriivka, a menos de 10 kilómetros de Lypivka.

Después de que las autoridades ucranianas identificaran la 64.ª Brigada Independiente Motorizada como la unidad que había ocupado Bucha, el presidente ruso, Vladímir Putin, le otorgó el título honorífico de “guardias” y elogió a la unidad por su “gran heroísmo y valor”.

Chibrin afirma que no presenció ningún tiroteo durante su estancia en Lypivka, pero dice que su unidad saqueaba habitualmente las casas ucranianas. “Saqueaban todo lo que había. Lavadoras, aparatos electrónicos, todo”.

Señala que había “rumores generalizados” entre sus compañeros de que miembros de su unidad estaban implicados en la violencia sexual y los asesinatos de civiles. La ONU ha dicho que Rusia ha utilizado la violación y la violencia sexual como parte de su “estrategia militar” en Ucrania.

“Todo el mundo intentaba salir del Ejército”

Las tropas rusas se vieron obligadas a retirarse de las afueras de la capital ucraniana en marzo. Chibrin dice que su unidad fue enviada a Buhaivka, una ciudad en Járkov, región nororiental del país.

Describe que la moral de su unidad durante el tiempo que estuvo en Ucrania era “extremadamente baja”, corroborando las numerosas informaciones que retratan al Ejército ruso desmoralizado. “Todo el mundo intentaba encontrar la manera de salir del Ejército. Pero nuestros comandantes nos amenazaban con fusilarnos si desertábamos”.

Dice que el 16 de junio logró huir de Ucrania escondiéndose dentro de un camión que se dirigía a Rusia para recoger víveres.

Al cabo de un tiempo, se puso en contacto con la red de derechos humanos Gulagu.net, que le ayudó a salir de Rusia a principios de este mes. Vladímir Osechkin, director de Gulagu.net, confirma que su organización ayudó a Chibrin a salir de Rusia.

Chibrin dice que espera recibir asilo en España, alegando que su oposición pública a la guerra supone un peligro para su salud si es devuelto a Rusia.

Este jueves por la noche, Chibrin salió del centro de inmigración del aeropuerto de Madrid. Dice que será alojado en un albergue temporal para refugiados en la capital española mientras las autoridades tramitan su solicitud de asilo.

Un portavoz del Ministerio del Interior español se ha negado a hacer comentarios sobre el caso, citando las normas de protección internacional y el riesgo de posible persecución para los solicitantes.

Con información de Sam Jones desde Madrid.

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