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The Guardian en español

La violación en grupo a una adolescente abre un debate en Brasil sobre la violencia contra la mujer

Varias mujeres participan en una manifestación frente a la Asamblea Legislativa de Río de Janeiro contra la violación de una adolescente por más de 30 hombres.

Jonathan Watts

Río de Janeiro —

La Policía brasileña está intentando identificar a 30 hombres que participaron en la violación en grupo a una chica de 16 años, que fue grabada con un móvil y difundida en Twitter. La agresión y sus secuelas en las redes sociales han generado un debate encarnizado sobre las actitudes hacia las mujeres, la cultura de la violación y la violencia psicológica online.

La adolescente, que, según se ha informado, teme ahora por su vida, contó a los investigadores que visitó la casa de su novio en la tarde del sábado en una favela del oeste de Río de Janeiro. Estuvo poco tiempo a solas con él, pero explicó que no recordaba nada de después hasta que despertó desnuda al día siguiente en otro edificio con decenas de hombres que tenían armas.

Su familia explicó que la chica volvió a casa angustiada y con ropa de hombre, pero que no contó nada de su calvario. Dos días después, sin embargo, uno de los hombres publicó en internet un vídeo de 40 segundos, en el que aparecía ella desnuda y semiinconsciente. Otro hombre difundió una foto en la que salía él posando junto a los genitales descubiertos de la chica.

Las imágenes se propagaron con rapidez y tuvieron más de 500 “me gusta” antes de que Twitter las eliminara. Entre quienes las vieron estaba la familia de la niña, horrorizada. Su abuela contó a los medios locales que el motivo era la venganza, porque su novio pensó que lo había engañado.

La adolescente, a la que han llevado al hospital para tratarla, ha publicado un mensaje en el que dice tener miedo a que la juzguen de forma negativa. “No hace daño en el útero, sino en el alma, porque hay gente cruel que se sale con la suya”, ha escrito.

La Policía dice haber identificado a cuatro de los 33 hombres implicados y que ha emitido órdenes de captura. Otros dos están acusados en relación con la distribución online de las imágenes. Una línea telefónica abierta para obtener más información sobre el crimen ha recibido más de 800 llamadas.

En medio de una creciente indignación, el Gobierno ha convocado una reunión de emergencia de los responsables de seguridad pública para debatir medidas dirigidas a combatir la violencia contra las mujeres. El presidente interino, Michel Temer, ha anunciado que se creará un departamento nuevo dentro de la Policía federal para coordinar las acciones. “Es absurdo que en el siglo XXI tengamos que vivir con crímenes tan bárbaros como estos”, ha lamentado.

Aluvión de condenas contra la violación

El caso ha generado una enorme respuesta en las activas redes sociales de Brasil. Al principio, había aprobación de la agresión por parte de hombres que decían que la víctima tenía la culpa por emborracharse, consumir drogas o llevar una falda corta. Pero esa primera reacción ha sido superada pronto por un aluvión de condenas. El hashtag #EstuproNuncaMais (No más violaciones) era trending topic en Twitter antes de una concentración organizada este viernes en Río de Janeiro.

Una de las convocantes de la protesta, Paloma Oliveira, ha explicado que empezó invitando a 300 amigos en Facebook y que 45.000 acabaron confirmando su asistencia. “Esto solo ha dado forma a la indignación que siente todo el mundo sobre lo ocurrido”, valora.

En la página de Facebook del evento, las organizadoras han hecho una comparación con la violación en grupo y asesinato de una estudiante india en un autobús en 2012. “¡Al día siguiente, miles de mujeres estaban en las calles pidiendo el final de esta cultura del miedo! ¡El final de la normalización de la violación!”, dice la página, que pide la misma respuesta. Varios políticos, artistas y organizaciones sociales han sumado sus voces a la llamada. Se ha convocado una segunda manifestación para el 1 de junio.

La predecesora de Temer, Dilma Rousseff, que ha sido suspendida este mes para ser sometida a un juicio político en el Senado, tuiteó: “Una vez más, reitero mi rechazo a la violencia contra las mujeres. (Debemos) luchar para denunciar y castigar este crimen”.

Amália Fischer, de Fundo Social Elas, señala que la violación en grupo es un crimen de odio que debería movilizar a todas las mujeres de Brasil. “Las mujeres tienen que ser respetadas, sea cual sea su raza, su sexualidad o la ropa que llevan. Solo puedo esperar que este acto pueda sensibilizar a las mujeres y hombres sobre la necesidad de esta lucha, para que pueda acabar la violencia contra las mujeres”, expresa.

Maynara Fanucci, que colabora con la popular campaña feminista Empodere Duas Mulheres, avisa de que el debate sobre la violencia contra las mujeres no ha hecho más que empezar. “En el lado positivo, mucha gente se está abriendo a esto, y se está dando cuenta de lo importante que es hablar de la cultura de la violación, porque está presente en nuestras vidas. Tenemos que cambiar toda la cultura y enseñar a la gente que no es solo una cuestión de quién comete la violencia, sino de todos los que la incentivan y la mantienen”, sostiene.

Traducción de Jaime Sevilla Lorenzo

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