Zelenski aprovecha el calor de los líderes europeos para apremiarles a aceptar a Ucrania en la UE y la OTAN
Volodímir Zelenski ha sido el primero en llegar a la reunión de la Comunidad Política Europea que ha congregado a medio centenar de dirigentes europeos en el castillo de Mimi, en la localidad moldava de Bulboaca, a apenas 20 kilómetros de la frontera con Ucrania. El lugar estaba simbólicamente escogido para enviar un mensaje de fuerza a Vladímir Putin no sólo a las puertas de Ucrania sino también en un país que le acusa de intentar desestabilizarlo y que es otra de las exrepúiblicas soviéticas que quiere engrosar el club de los 27.
Y es que más allá de volver a reclamar apoyo militar, esta vez en forma de cazas y de un escudo antimisiles europeo, Zelenski ha aprovechado el calor de sus aliados europeos, que van desde Islandia hasta los Balcanes o el Cáucaso, para apremiarles a que faciliten la entrada de Ucrania en la UE y también en la OTAN.
“Este año es para decisiones”, le ha dicho a los jefes de gobierno antes de ponerles deberes: la invitación formal de Ucrania a la alianza atlántica en la cumbre que se celebrará en Vilnius (Lituania) en julio. Aunque todo son buenas palabras, como las del primer ministro británico diciendo que “el lugar legítimo” de Ucrania es la OTAN o del francés Emmanuel Macron apuntando a la cumbre del verano, esa es una opción prácticamente imposible a medio plazo. Primero, por tratarse de un país en guerra y, después, por las consecuencias geopolíticas que podría acarrear.
Aún así, Zelenski ha insistido en que Ucrania está “lista” para incorporarse: “Las decisiones positivas para Ucrania serán positivas para todos”. Consciente de la complejidad de ese plan, lo que ha reclamado son garantías de seguridad a la OTAN no sólo para su país sino también para otros, como Moldavia, que tienen riesgo potencial, según ha dicho. La forma en la que ayudar a Ucrania, más allá del envío de armamento o la ayuda financiera, es uno de los debates de los aliados.
La propia anfitriona del evento, la presidenta de Moldavia, Maia Sandu, ha agradecido a los ucranianos su “resistencia” frente a Putin porque si no fuera así su propio país estaría “amenazado”.
La de los dos dirigentes ha sido una de las numerosas reuniones bilaterales que Zelenski ha mantenido a lo largo de la jornada. “Lo importante es nuestro futuro en la UE”, ha rematado el ucraniano tras enumerar algunas cuestiones como las infraestructuras. Ucrania y Moldavia lograron, en condiciones excepcionales, el estatus de candidatos a la UE el pasado junio. En tiempo récord. Ahora están a la espera de la evaluación de sus avances para ver si dan el siguiente paso ya a finales de año con el inicio de las negociaciones. No obstante, el proceso puede tardar, en el mejor de los casos, años.
Zelenski también ha mantenido un encuentro con los líderes de Reino Unido, Holanda y Bélgica, que son los de la 'coalición' que se ha abierto a enviarle cazas, al igual que Polonia. El holandés Mark Rutte ha dicho que espera poder iniciar el entrenamiento a los pilotos “lo antes posible”. En su encuentro con Pedro Sánchez, que ha sido uno de los pocos jefes de gobierno que no ha atendido a la prensa. En Moncloa argumentan que no quería desviar el apoyo a Moldavia consciente de que se le interrogaría por el adelanto electoral.
“Zelenski ha agradecido al presidente del Gobierno que, durante su visita a China, trasladase a Xi Jinping la necesidad de mantener una conversación con el presidente ucraniano”, según fuentes gubernamentales, así como el apoyo militar y humanitario a España proporciona a Ucrania.
La UE ha multiplicado el envío de munición en las últimas fechas a la espera de que Ucrania lance una contraofensiva a la que fían una nueva fase de la guerra que pueda culminar en una negociación a la que Ucrania llegue en una posición de fuerza. ¿Y cuándo podría llegar ese momento? “Cuando ganemos, la guerra terminará. Rusia puede pararla antes saliendo de nuestro territorio”, ha respondido el presidente ucraniano a los periodistas.
Zelenski ha reiterado su intención de que se celebre una cumbre de la paz en el marco de los contactos internacionales que está manteniendo para internar ampliar los apoyos y aislar a Putin. “Rusia no está aquí no porque no queramos invitar a Rusia, sino porque Putin ha excluido a Rusia de esta comunidad lanzando este ataque injustificado contra Ucrania”, ha apostillado el alto representante, Josep Borrell, después de que el Kremlin dijera que sin ese país el diálogo del continente no está completo. “Hemos lanzado un mensaje claro de unidad y de apoyo a los ucranianos”, ha dicho Macron, que fue el que ideó la fórmula de la Comunidad Política Económica como un formato informal de encuentro geopolítico con el que 'mimar' a los países del este y consolidar la influencia de la UE.
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