Análisis God of War III Remastered, el regreso de la venganza
La industria del videojuego nos ha dado toda clase de personajes, desde héroes capaces de enfrentarse a cualquier peligro a crueles villanos a los que amamos odiar. Sin embargo, pocos personajes representan tan bien ambos roles, el de héroe y villano, como el brutal y atormentado Kratos.
Parece mentira que ya hayan pasado diez años desde que conocimos al espartano perseguido por los dioses que tan buenos (y salvajes) momento nos ha hecho pasar. El primer God of War salió a la venta en 2005 para PS2, y desde entonces la saga se ha multiplicado con nuevas entregas que han visto la luz en PS Vita y PS3. Sin embargo, no ha sido hasta ahora que Kratos ha hecho su aparición en la consola de nueva generación de Sony con God of War III Remastered.
Cierto que no lo ha hecho con el juego que todos deseaban, una continuación de la historia del espartano, pero ningún fan de la saga puede lamentar la salida de esta remasterización. God of War III es una de las entregas más épicas de la franquicia, la culminación de la venganza Kratos contra los dioses del Olimpo que han controlado su vida desde la cuna y le han traicionado en más de una ocasión, y ver esa venganza en HD y 60fps no tiene desperdicio.
Ahora bien, ¿es esta remasterización suficiente? ¿Qué novedades incluye, aparte de las evidentes mejoras gráficas? ¿Compensa hacerse con ella si ya te sabes al dedillo la trama de God of War III?
La misma historia, las mismas características
La misma historia, las mismas característicasPara los jugadores ajenos a la saga, decir que God of War III arranca después de God of War II. Esto, que puede resultar terriblemente obvio, no lo es tanto si tenemos en cuenta que juegos secundarios o posteriores, como God of War: Chains of Olympus, o God of War: Ascension se sitúan antes o entre medias de las dos primeras entregas.
Al final de God of War II, Kratos ha conseguido derrotar a las Hermanas del Destino, temibles criaturas que pueden alterar el tiempo. Ahora que posee su poder, el espartano lo utiliza para vengarse de Zeus, el rey del Olimpo, después de que este le traicionara y le arrebatara su puesto como dios de la guerra. Kratos ha viajado al pasado, al momento en que dioses y titanes luchaban en una cruenta guerra, y ha traído a los titanes a su tiempo. Junto a ellos, Kratos se dirige al Olimpo para dar muerte a Zeus.
Es en este punto donde arranca God of War III, en plena batalla entre Olímpicos y titanes. Por desgracia, parece que el destino de Kratos es ser traicionado, y así lo es una vez más. Sin embargo, el sádico guerrero no es de los que se rinden, y una vez aterriza en el Inframundo, comienza a buscar la forma de recuperar sus poderes perdidos y acabar con dioses y titanes por igual.
La trama de God of War III es sin duda una de las más épicas de la saga, no sólo porque pone punto final a la historia de Kratos, sino porque desde el primer momento nos enfrentaremos en brutales batallas a toda clase de dioses, como Poseidón, Hades, Hermes, Helios, etc., así como héroes como Heracles o titanes como Cronos.
La remasterización no cambia nada del aspecto jugable de God of War III. Seguimos con las mismas armas, las mismas habilidades, teniendo que enfrentarnos a los mismos enemigos y con los mismos modos de dificultad. Aunque eso tiene su lado positivo, ya que podemos revivir el juego que nos cautivó íntegramente, no podemos evitar quedarnos con las ganas de haber visto algo más, ya sea algún nuevo tipo de enemigo, nuevos coleccionables, o enfrentamientos opcionales contra jefes.
Además de la campaña principal, que nos llevará unas 10 horas completar (a no ser que nos atasquemos con algún enemigo, cosa que puede ocurrir perfectamente), contamos con el mismo sistema de desafíos que ya es característico de todas las entregas de la saga. Se trata de los Desafíos de los Dioses, distintas pruebas que nos instan a matar hordas de enemigos en un tiempo determinado, sin ser heridos, romper el máximo número de objetos, etc.
God of War III llegó acompañado de algunos DLCs en forma de skins para Kratos, arenas de combate extra, etc., que vienen incluidos también en las Remasterización. Sin embargo, no son nada del otro mundo ni afectan drásticamente al modo que tengamos de ver el juego.
Nuevo y bonito
Nuevo y bonitoEso sí, no todo en God of War III Remastered es contenido reciclado. También incluye algunas novedades, como el detallado apartado gráfico. El título ha mejorado mucho desde su lanzamiento allá por 2010, y eso que en su momento fue considerado uno de los “juegazos” de PS3, con una resolución de 720p y unos modelados y texturas que quitaban el hipo.
Ahora, la remasterización trae unos gloriosos 1080p, y aunque la textura y los modelados no han sido modificados, sí que lo ha sido la nitidez general del juego. Ahora podemos apreciar todos y cada uno de los detalles de los personajes, armas y escenarios, algo que además hacemos con una considerable estabilidad. Y es que el juego corre a 60fps, consiguiendo una experiencia muy fluida.
Eso sí, no es oro todo lo que reluce. Aunque esta aventura de Kratos cuenta con paisajes que quitan el hipo o personajes como los titanes que dejan con la boca abierta por su calidad gráfica, hay algunos otros con unas texturas y efectos inferiores. Suelen ser personajes secundarios, o rincones del mundo en los que apenas paramos, pero rompen la brutal estética del juego completo.
Otro fallo relacionado con el apartado gráfico son las cinemáticas, y es que no han sido remasterizadas. Así es, los “vídeos” de entre medias son los mismos que en la versión de PS3, y aunque son espectaculares, se diferencian un poco (negativamente hablando) del resto del juego. En este sentido, lo mejor habría sido que Sony Santa Monica remasterizara también esas cinemáticas, igual que hizo Naughty Dog con la remasterización de The Last of Us, pero por desgracia no ha sido así.
Pasamos a la otra gran novedad del título, que no podíamos dejar de comentar ya que sin duda tiene un gran atractivo para los amantes del universo y las escenas del juego. Más ahora, que contamos con estos gráficos.
Efectivamente hablamos del modo foto, una nueva característica que nos permite tomar capturas de pantalla y editarlas para conseguir resultados chulísimos. Para acceder a este modo tan sólo tenemos que pulsar la parte izquierda del panel táctil del Dualshock, justo cuando encontremos un momento que queremos representar. El juego se pausa, y podemos aplicar distintos efectos a la pantalla.
Por ejemplo, podemos poner diversos filtros o marcos, aumentar o disminuir el brillo y la resonancia de las zonas iluminadas, o hacer zoom. Los movimientos de la cámara son limitados, y sólo podremos moverla un poco hacia arriba, abajo o los lados cuando hayamos hecho zoom previamente. Una vez tengamos el resultado deseado, podemos pulsar el botón X para hacer desaparecer las opciones y sacar la “foto” con el botón Share. Dependiendo de la escena, los resultados pueden ser asombrosos.
Lo mejor:
- Las mejoras en resolución y nitidez son notables, y logran que nos sorprendamos una vez más con la espectacularidad del juego.
- La tasa de 60 frames por segundo nos permite jugar con una estabilidad y velocidad deliciosas.
- Su historia, personas y batallas son tan épicas como siempre.
- El modo foto, un divertido añadido con el que podemos sacar instantáneas que quitan el hipo.
Lo peor:
- Las cinemáticas, que no han sido revisadas y palidecen en comparación a algunas partes del juego.
- No hay novedades a nivel jugable, lo cual es una pena.
- Un pack junto a las dos primeras entregas, o con Ascension, habrá sido mucho más completo.
Conclusiones
ConclusionesAnálisis God of War III Remastered, el regreso de la venganza
No hay mucho más que podamos decir de God of War III Remastered. El juego incluye pocas novedades además de su apartado técnico y el modo foto, pero eso no quiere decir que sea un mal juego. Al contrario, sigue siendo tan divertido como siempre, solo que más espectacular, y eso siempre es bueno. Eso sí, no podemos evitar quedarnos con la sensación de que el resultado habría sido mucho mejor si el juego hubiera venido acompañado de los dos primeros God of War, o al menos el reciente Ascension. Un pack de las entregas principales remasterizadas habría sido “un caramelito”, pero por desgracia no ha sido así.
Eso nos hace preguntarnos, ¿por qué sólo God of War III? Y sólo encontramos una respuesta lógica, que Sony Santa Monica está trabajando en la continuación de la historia, una secuela en toda regla. Y la mejor forma de tantear a los usuarios de PS4 que nunca jugaron a God of War es lanzar esta remasterización. ¿Tendremos razón? ¿Hay secuela a la vista, o somos unos ingenuos soñadores? Esperemos que no.
En definitiva, God of War III Remastered es un juegazo, igual que lo fue el original. Se trata de una gran oportunidad para todos los que no pudieron probar la tercera entrega en PS3, sin embargo los que ya se han cebado varias veces con los dioses no encontrarán nada nuevo. Eso sí, si eres un fan incondicional de la saga y nunca te cansas de Kratos, sin duda esta revisión de su última aventura (históricamente hablando) te dejará encantado. A nosotros, desde luego, nos ha dejado.
Por: Álvaro Alonso
Análisis God of War III Remastered, el regreso de la venganza
07/17/2015
8 / 10 estrellas
