El thriller sucio de Sorogoyen mantiene el buen nivel español en San Sebastián
España, capital Copenhague. El thriller sucio y negro de Rodrigo Sorogoyen ha mantenido este lunes el buen nivel del cine español a competición en el Festival de San Sebastián. Protagonizada por Roberto Álamo y Antonio de la Torre, Que Dios nos perdone cuenta la investigación de una serie de asesinatos por parte de una pareja de inspectores. Sorogoyen e Isabel Peña -que ya se alzaron con el premio Feroz al Mejor Drama por StockholmStockholm- sitúan la trama en el Madrid de 2011, en plena visita del papa Benedicto XVI. Un asesino en serie hace de las suyas entre las ancianas solas de la ciudad, y los inspectores a los que dan vida Álamo y De la Torre, atormentados por sus propios demonios, intentan darle caza.
“Yo creo que la película no habla sobre la violencia policial, habla sobre la violencia humana. Lo que pasa es que los protagonistas son policías”, decía el director en su charla con Kinótico. “A veces me quedo patidifuso sobre cómo seguimos siendo violentos. Y queríamos hablar sobre cómo el perdón puede aplacar esa violencia”. Peña y Sorogoyen decidieron escribir este guión justo tras el rodaje de su anterior cinta, para que la historia estuviese lista si gustaba la anterior. Y así fue cuando la leyó el productor Gerardo Herrero. Asegura el cineasta que no se siente en la Liga de las Estrellas del cine (porque su anterior película concursó en el Festival de Málaga), sino que parece que trae a Donosti su primera película: “Stockholm no la vio prácticamente nadie; bueno, sí, vosotros -los periodistas- y la industria”.
El recital de Bárbara Lennie
El recital de Bárbara LennieEn la sección Nuevos Directores sí ha recibido un bautismo real la directora Nelly Reguera. Ha presentado en la muestra María y los demás, una historia en la que María es el centro -María es Bárbara Lennie- y los personajes secundarios orbitan alrededor de ella. “Vi en la película lo que siempre se ve al principio: el guión. Me llegó con la vorágine de Magical Girl, y me remitió a muchas cosas que conocía bien. Me abría una puerta a contar algo que me tocaba directamente, y además era un registro que yo no había tocado”, aseguraba Lennie durante su entrevista con nosotros. Y es que la cinta es una comedia triste, o un drama dulce, sobre una treintañera que se ve obligada a madurar. “Está en el limbo de asumir que le toca crecer... cuando se supone que ya había crecido. Es falso. Y María está siempre a contratiempo de todo, profundamente incómoda con su piel”.
