Aniversario del ataque a Gaza
El 27 de diciembre de 2008 los ojos del mundo fijaban su mirada en la Franja de Gaza. En este pequeño territorio, de unos 360 kilómetros cuadrados, se produjo durante 23 días uno de los más sangrientos bombardeos realizado por las fuerzas de Israel, conocido con el nombre de 'operación plomo fundido'.
En este conflicto que enfrentó a los milicianos de Hamas y al Ejército israelí,perdieron la vida 1.400 palestinos y 10 ciudadanos israelíes. Sin embargo, la población de Gaza todavía sigue sufriendo en la actualidad las consecuencias de dicha operación: un bloqueo impuesto por el gobierno de Israel que hace que las necesidades más básicas de los ciudadanos no sean abastecidas, tal como denuncian organizaciones pro derechos humanos como Amnistía Internacional.
A unos días de que se cumpla el primer aniversario de la 'operación plomo fundido', aún quedan responsabilidades por asumir. Por un lado, la comunidad internacional, quien asistió impasible al bombardeo sin tomar medidas reales y efectivas al respecto.
Por otro lado, está la responsabilidad del gobierno de Israel y del grupo palestino Hamas quienes, según el informe elaborado por el jurista sudafricano Richard Goldstone para Naciones Unidas tras el bombardeo, son responsables de haber cometido crímenes de guerra durante el conflicto.
Además, la resolución del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas que aprueba dicho informe también condena al Ejecutivo israelí por no colaborar con la misión de investigación y solicita que se aprueben las recomendaciones del informe, entre ellas que el Consejo de Seguridad traslade el caso a la Corte Penal Internacional si las partes no logran aclarar los presuntos abusos cometidos durante el conflicto.
Sin embargo, a pesar de que los responsables han quedado lo suficientemente señalados, los habitantes de la Franja de Gaza sigue sin ver cómo los implicados asumen su papel y resarcen a las verdaderas víctimas: la población civil, un millón y medio de personas.
El gobierno de Israel y la Autoridad Nacional Palestina parecen querer retomar las negociaciones de paz, las promesas de seguir la hoja de ruta marcada por Naciones Unidas han sido hechas, pero en la práctica el bloqueo a Gaza continúa y los asentamientos israelíes no parecen que vayan a dejar de crecer.
Israel mantiene prohibida la entrada de materiales de construcción para reparar la destrucción generalizada provocada por los bombardeos en la Franja de Gaza, además, continúan las graves interrupciones de los sistemas de electricidad y sanitario en todo el territorio. La desesperanza en la zona es tal que el relator especial de la ONU para los Territorios Palestinos Ocupados, Richard Falk, ha asegurado que “hasta la fecha, no hay evidencias de que exista una presión internacional significativa para poner fin al bloqueo israelí”.
Según Falk, ante esta situación sólo existen dos medidas posibles: que los aliados europeos y estadounidenses de Israel le exijan poner fin al bloqueo, so pena de la aplicación de sanciones económicas creíbles, y el cumplimiento inmediato de las recomendaciones del informe Goldstone.
Los otros responsables
Por otro lado, no hay que olvidar la responsabilidad y el papel determinante de Hamas dentro de este conflicto. El grupo palestino está también acusado de cometer crímenes de guerra durante el bombardeo, pues prácticamente utilizó a la población civil como escudos humanos frente a los ataques del Ejército israelí. Además, es evidente que la inestabilidad continuará si el grupo palestino sigue atacando los territorios israelíes como lleva haciendo desde hace años.
Sin embargo, las últimas negociaciones entre Israel y Hamas para el intercambio del soldado israelí Gilad Shalit por los milicianos palestinos apresados parecen dar alguna esperanza de un futuro entendimiento entre dos bandos que llevan enfrentados demasiado tiempo.
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