Continúa la búsqueda de cádaveres en Almería

La tragedia se ha vuelto a cebar con la inmigración y ha arribado a las costas andaluzas. La Guardia Civil tuvo que rescatar ayer a los tripulantes de una patera que llevaba tres días a la deriva con 34 personas dentro.

Se trataba de una zodiak que el temporal había estropeado el motor y que circulaba sin ruta y sin patrón. En ella viajaban hasta 48 subsaharianos, peor solo llegaron 34.

Esa patera se convirtió en un auténtico infierno. Sin agua ni comida, y con un sol de justicia, los más débiles fueron muriendo uno a uno. Nueve de ellos fueron niños. Dos de los tripulantes tuvieron que arrancar de los brazos de las madres a los bebés para arrojarlos por la borda.

Fue gracias a un teléfono móvil de uno de los inmigrantes que pudo contactar con el 112, lo que salvó la vida a los supervivientes. Todos ellos habían partido de las playas de Alhucenas la noche del pasado 3 de julio. Al parecer, habían pagado 1.200 euros por persona.

Cuando la Guardia Civil interceptó la patera. Dos agentes tuvieron que izar a pulso uno a uno a los 33 supervivientes. Una vez en tierra, sin fuerzas para caminar y algunos de ellos muy graves, relataron su drama. Solo un bebé de menos de un año logró sobrevivir y se encuentra ahora ingresado en la UCI del Hospital Torrecárdenas de Almería. Su madre ha sido dada de alta.

En total son seis las personas que permanecen ingresadas en el Hospital. Hoy se interará rescatar los cuerpos del mar de los fallecidos.