Costuras de solidaridad
Voluntarios con ganas de coser. Es lo único que Kimo-Kap La Rioja necesita, un proyecto solidario que acaba de llegar a Logroño con un único objetivo; confeccionar gorros para niños oncológicos. Iratxe Arana y Jennifer Carrasco son las encargadas de la delegación riojana de este proyecto que surgió en Madrid y que ya cuenta con sucursales en un buen número de comunidades autónomas. En La Rioja se diagnostican una media de seis casos al año por lo que la intención de estas dos madres es cubrir también la zona de Zaragoza.
En menos de una semana hemos conseguido captar a unos cuantos voluntarios. Voluntarios que ya están confeccionando “bandanas que luego distribuiremos gratis con el apoyo de asociaciones contra el cáncer y hospitales de la zona ”porque las bananas son caras ya que no estamos hablando de un simple pañuelo“, explica Carrasco. De hecho, estamos organizando una quedada para conocernos en el recién estrenado Pozo de los Chupetes.
El no saber coser no es excusa alguna, asevera. “Los patrones se pueden descargar e incluso hay un tutorial que explica paso a paso todo el proceso”. A la hora de elegir las telas, apunta, éstas deben ser 100% algodón para que no den calor y con motivos infantiles. De igual forma, advierte, hay que tener especial cuidado en que no haya costuras visibles ni bordados que puedan rozar la cabeza de los niños porque hay que tener en cuenta que tienen la piel sensibilizada por los tratamientos que están recibiendo.
Aún así, todos los que no se atrevan con la aguja y el dedal pero estén interesados en colaborar con esta iniciativa pueden hacerlo de otra forma “ya que también necesitamos donantes de tela 100% algodón, hilos de colores a ser posible bobinas de hilo especial para máquina de coser y poliéster, bolsas transparentes de empaquetar para las entregas, tarjetas en las que aparecerá el nombre de las personas que han participado en la elaboración de la bandana, ideas para diseñar esta tarjeta, lazos, gente dispuesta a realizar las entregas… toda ayuda y sugerencia será bien recibida”.
En Kimo-Kap tiene cabida todo el mundo. Familias de niños enfermos o no. “Simplemente necesitamos gente con ganas de ayudar porque, en menos de una hora, se puede confeccionar perfectamente una bandana así que el tiempo tampoco es una excusa”, concluye.
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