“Nos debemos formar para saber detectar esas migas que van dejando las mujeres víctimas de violencia machista”

Segunda edición de la jornada 'Luchando contra la violencia de Género'

Laura Olave Lozano

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En La Rioja hay recursos para atender y acompañar a las mujeres víctimas de violencia machista aunque muchas veces no se conozcan todo lo deseable. Este era uno de los objetivos de la segunda jornada 'Luchando contra la violencia de género' que organiza este medio y que tuvo lugar el pasado 2 de diciembre. En la mesa redonda, 'Reconocerse Víctima', profesionales que trabajan día a día con las víctimas explicaron el funcionamiento del Servicio de Urgencias Sociales del Ayuntamiento de Logroño y la Red de Alojamientos de Mujeres en La Rioja del Gobierno regional. Natalia Santamaría es la responsable del primero y Patricia Ocampo la coordinadora del segundo.

Dos servicios distintos y complementarios. Dos profesionales y una visión similar. “Desde los Servicios Sociales es fundamental que las personas que estamos en primera línea, trabajadores sociales, profesionales de la medicina, de la enfermería... tengamos esa mirada para poder detectar las señales porque las mujeres, cuando acuden a estos espacios, no dicen abiertamente que están sufriendo violencia”, apunta Santamaría. Ocampo es de la misma opinión: “nos debemos formar como profesionales para saber detectar esas migas que van dejando las mujeres y detectar la violencia de género”.

SUS, un servicio “exclusivo y especial”

El Servicio de Urgencias Sociales del Ayuntamiento de Logroño es un servicio disponible las 24 horas del día durante todo el año que ofrece información y asesoramiento telefónico sobre derechos, recursos y ayuda además de ofrecer apoyo emocional y acompañamientos a servicios médicos, interposición de denuncia y alojamientos de emergencia. “Estamos abiertas a toda la ciudadanía porque la violencia no entiende ni edad ni de capacidad económica, pero nuestro servicio también está preparado para atender a mujeres aún más vulnerables, con una doble vulnerabilidad: mujeres excluidas de lo excluido”. Este servicio nació del “empeño del Ayuntamiento de Logroño en 1996 cuando se empezó a detectar que había mujeres que quedaban en un limbo de atención”. Nació como un servicio piloto y después de casi tres décadas ya se ha consolidado.

Permite a la persona que llama estar más tranquila al otro lado del teléfono, no sentirse juzgada y la posibilidad de llamar las veces que necesite

Natalia Santamaría Jefa de sección de Prevención e Inserción Social del Ayuntamiento

Santamaría lo describe como un servicio “exclusivo y especial” que cuenta además con un teléfono, 900 101 555, detrás del que siempre hay una trabajadora social que atiende a cualquier persona. “No tiene por qué ser víctima, cualquier persona que necesite ayuda directa encontrará siempre a alguien al otro lado”. Y especial porque “no hay horario y permite a la persona que llama estar más tranquila al otro lado del teléfono, no sentirse juzgada y la posibilidad de llamar las veces que necesite lo que ayuda a generar un vínculo terapéutico importante con las víctimas”.

Y así este Servicio de Urgencias Sociales ofrece de manera especializada atención social permanente a las mujeres que son víctimas de malos tratos y/o agresión sexual en Logroño. La atención es presencial y telefónica a través del número mencionado. Pero además atiende situaciones de urgencia social en que se encuentran personas o familias por un hecho repentino e inesperado en situación de crisis social grave y que precisan de una atención inmediata.

Asimismo, también se ofrece una intervención profesional a las personas o familias que se encuentran en situaciones de urgencia como agresiones o malos tratos: abandonos: problemas de alojamiento por desahucios o desalojos no previstos; situaciones de desprotección social y/o situaciones de desprotección socio-familiar derivados de emergencias. Logroño cuenta también una red de alojamientos para mujeres y menores. “Este es un recurso dirigido a víctimas de violencia de género que sufren carencias económicas, de habitabilidad y sociales”.

“Una red de alojamientos donde elaborar sus proyectos de vida”

Y la Red de Alojamientos de Mujeres en La Rioja es el recurso del Gobierno de La Rioja que atiende a mujeres víctimas de violencia machista en el resto de municipios riojanos. 45 plazas que conforman este servicio de acogida dirigido a prevenir situaciones que pongan en peligro la integridad física y/o psíquica de mujeres víctimas de violencia de género y, en su caso, la de los menores a su cargo. Un servicio de alojamiento e intervención integral a mujeres víctimas de violencia de género, dirigido a ofrecer atención e intervención profesional a las mujeres víctimas de violencia de género con la finalidad de lograr su inserción social, proporcionando un entorno seguro para ella y, en su caso, para sus hijos e hijas. Y un servicio de alojamiento e intervención integral a jóvenes gestantes, dirigido a ofrecer a jóvenes gestantes en situación de riesgo social un alojamiento para los meses de embarazo y las primeras semanas tras el parto, en un entorno seguro, dotándolas de las habilidades necesarias para asumir de forma responsable su maternidad o, en su caso, prestarles el apoyo psicológico y jurídico necesario para valorar la posibilidad de la entrega en adopción.

También nos paramos a pensar qué está pasando realmente para que se den cuenta de que están sufriendo violencia por ser mujeres

Patricia Ocampo Castillo Coordinadora de la red de alojamientos de mujeres en La Rioja

A este recurso del Gobierno de La Rioja se accede a través del Centro Asesor de la Mujer o del 112 en caso de urgencia. “Estamos las 24 horas del día los 365 días del año y lo que pretendemos es elaborar con estas mujeres un proyecto de vida para que puedan salir de la violencia”. En esta red de alojamientos pueden permanecer tres meses, más otros tres de prórroga. Después, las mujeres continúan su proceso en los denominados pisos de tránsito.

Recursos con plazos, pero un mensaje de tranquilidad a las mujeres. “Nunca se les despacha y además, durante el tiempo que están en ellos, se van ayudando unas a otras, existe sororidad, ninguna mujer se queda sola”. Un tiempo durante el que “trabajamos los mitos: él solo me pegó una vez, me pegaba solo cuando tomaba alcohol... trabajamos los estereotipos a través de talleres, pero también nos paramos a pensar qué está pasando realmente para que se den cuenta de que están sufriendo violencia por ser mujeres”.

Dos recursos del Ayuntamiento de Logroño y del Gobierno de La Rioja en los que las mujeres víctimas de violencia machista aprenden recursos y adquieren herramientas para una nueva vida llena de dificultades. Y es que si la vivienda se ha convertido en el mayor problema de la ciudadanía, mucho más para las mujeres víctimas de violencia de machista. “Por más intervenciones que hagamos con estas mujeres, por más herramientas que les demos, la realidad es otra si no pueden realizar su proyecto de vida”. Afortunadamente cada vez hay más recursos, más profesionales, pero falta la última parte ¿dónde voy yo ahora con mis hijos?, se plantean muchas de ellas. “Es relativamente fácil que vuelvan al mercado laboral, pero cuando llega la hora de buscar una vivienda, eso cuesta más y genera la dificultad de poder ofrecerles una salida”.

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