El acuerdo sobre el crimen del Ebro rebaja la peticiones de pena entre los 11 años y medio y los 10 y medio
Las defensas, el fiscal y la acusación particular han acordado, para los acusados del Crimen del Parque del Ebro, 11,5 años de cárcel para tres de ellos y 10,5 para un cuarto (al haber abonado la responsabilidad civil) dentro del baremo aplicado por el Ministerio Fiscal en su informe final.
En la recta final del juicio que, desde el lunes, ha puesto sobre la mesa los hechos ocurridos el 6 de abril del 2021 cuando los cuatro acusados, tal y como han reconocido, propinaron una paliza mortal a un joven de 34 años y lo abandonaron sin abrigo; hechos que han reconocido y por los que han perdido perdón.
El informe final del Fiscal, aceptado por todas las partes, señala que los acusados “sabían perfectamente que el daño podía ser mortal”. Añade que “cuando se dan repetidas patadas en la cabeza cualquiera conoce que eso puede producir un resultado mortal” a lo que se “une el abandono tras quitarle la cazadora” una noche fría y húmeda.
Considera a los acusados culpables de un delito de asesinato, además, alevoso, y sin posibilidad de defenderse. También, de robo con violencia, dado que lo primero que hicieron fue golpearle.
No obstante, les aplica dos atenuantes, de consumo de sustancias (que ha hilado con su historial vital de entorno familiar difícil, sin trabajo, siendo pequeños delincuentes) y reparación del daño.
Con ello, rebaja la petición de pena un grado a entre 7,5 y 15 años (no menos de diez años), cuando inicialmente les pedía el máximo por este delito, esto es, 25 años. Por el robo, baja los cinco de la petición inicial a un año y seis meses en tres acusados y seis meses en el cuarto dado por el pago de la indemnización.
La defensa de S.I, que tiene informes de intento de desintoxicación, ha recordado cómo los acusados “desde un primer momento”. Ahora, ha añadido, “se nos pide poder entender por qué se ha actuado así”. Ha pedido “intentar ponernos en tenemos que ponernos en sus condiciones familiares, su entorno” y el hecho de que su defendido “es consumidor desde que tenía catorce años”. Ha sumado que, además, tiene una inteligencia límite. Fue, de hecho, el único que en sede judicial relató todos los hechos.
Ha sumado el abogado de C.S que su defendido consume “todo tipo de drogas desde los doce años”. Ese día, “llevaban bebiendo toda la tarde y tomando toda clase de drogas; eso, tras tantos años de drogadicción el cerebro está totalmente afectado, le impide tener libertad cognitiva”.
Ahora, “tiene pensamientos recurrentes sobre esa tarde, no quería que pasara lo que pasó, pero pasó por la tarde que llevaban unido al historial de consumo de drogas”.
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