El Calahorra se le atraganta a una UDL sin rumbo
La fiesta va por barrios. El Calahorra continúa a lo grande, mientras que la UDL insiste en no enmendar los errores. Los rojillos siguen mirando a casi todos los rivales desde su privilegiada tercera plaza. Los blanquirrojos no salen de su asombro después de cinco jornadas y estar en puestos de descenso. Quién sabe si ha sido el último partido de Sergio Rodríguez como técnico de los logroñeses. El triunfo de un Calahorra ordenado, consciente de ser solvente atrás y aprovechar sus virtudes arriba, fue suficiente para superar a un rival plano, sin pegada y con escaso bagaje ofensivo.
Pese a que Sergio Rodríguez realizó seis cambios respecto a la derrota contra el Sporting B, no hubo mucha variación en cuanto a la idea de juego de los logroñeses. Si acaso, algo más de practicidad en determinados momentos. Se traducía en arriesgar menos. Algo similar a lo que puso en práctica un Calahorra pletórico de confianza en este comienzo liguero. Aunque la UDL quería el control a través de la pelota, los rojillos, sin renunciar, no sufrían porque el dominio no era tan abrumador.
A los de la capital les costaba llegar. Si lo hacían era gracias a un par de saques de esquina, horriblemente sacados por Andy. El cuadro riojabajeño si podía atacaba por los costados, un par de veces lo intentó Yasin por la derecha. Equilibrio sin que ninguno de los dos equipos diera el paso adelante. Auzmendi iluminó el ataque de los suyos a balón parado con dos acciones consecutivas. Falta directa y saque de esquina que se envenenó. Miguel sacó de apuros a los visitantes. Se intuía que Calahorra y UDL daban por buenas las tablas antes del descanso. Pero el Calahorra apuró hasta el ecuador para adelantarse tras una falta lateral. El rechace le vino a Rodrigo, armó el tiro y Ubis, con toda la intención, se metió en la trayectoria para celebrar el tanto con su nueva afición.
El escenario para la segunda parte era diferente. La UDL debía mover ficha. Al Calahorra le valía con aprovechar errores ajenos. Pudo ampliar la renta el bloque local en una falta lateral, pero el remate franco de Javi Barrio se fue alto. Los logroñeses pisaban campo rival y embotellaban a los rojillos. Zabal estaba tranquilo y los de Miguel Sola podían correr con espacios para sacudirse el dominio. Olaetxea remataba de cabeza alto en lo más cercano a una ocasión. Claro que el Calahorra no era manco y Ortega probaba los reflejos de Miguel.
Sergio Rodríguez ponía en escena a Ander Vitoria. Casualidad o no, Olaetxea se gustaba en el recorte y Marcos André retaba a Zabal, pero el delantero cruzó en exceso. Pero en la siguiente acción, Rodrigo se inventó una jugada, se zafó de Santos y Andy con clase para luego dibujar una asistencia de gol. Goñi no desperdició el regalo.
La UDL, tocada, despertó con un ramalazo de Víctor López por la derecha y un tiro ajustado de Marcos André. Porfiaba el conjunto logroñés, pero sin continuidad. El duelo moría al son que imponía un Calahorra que se sentía ganador. La UDL, ni un atisbo de raza en el tramo final. Impotentes ante un oponente consciente de su realidad, algo que quizá haya olvidado el de la capital.
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