El Calahorra ya sabe lo que es perder

El Calahorra ya sabe lo que es perder

Rioja2

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Lapeña fue el autor del tanto que certificó la primera derrota oficial de la temporada del Calahorra. 29 de septiembre. Cualquiera diría que es un recién ascendido. El central riojano ejecutó a un conjunto rojillo que cambió mucho su manera de jugar respecto a lo ofrecido hasta la fecha. No en vano, mostró su cara menos ofensivos ante una Real Sociedad B que se hizo con la pelota desde el comienzo. El tanto del central blanquiazul en el minuto 84 constató que la idea inicial era buena siempre y cuando se sacara algún punto de Zubieta. A decir verdad, Zabal no tuvo mucho trabajo pero a los de Miguel Sola, en determinados momentos, les faltó aire para combinar y no estar tan a merced. La tónica era de empate, pero el tanto tras una falta lateral reavivó a un Calahorra que mostró más ambición hasta el pitido inicial, con varios centros laterales y presencia en campo ajeno. Reacción tardía que debe servir para aprender.

Tocaba aguantar. Ser un equipo solidario, tapar todos los espacios y aprovechar las oportunidades. Quizá pensando en el trabajo defensivo del cuadro rojillo, Sola sorprendía dejando fuera de la lista a Yasin y Rodrigo, si duda dos de los jugadores más desequilibrantes del Calahorra. Cuestión que evidencia lo difícil que es entrar en el once del técnico navarro. Hasta la fecha, las constantes rotaciones le estaban funcionado a un conjunto con confianza en el que da igual qué piezas se utilizan sobre el césped.

La Real Sociedad B, desde el pitido inicial -pese a que se interrumpió durante cuatro minutos por no estar colocados los banderines de las esquinas-, se adueñó de la pelota. No le importó a un Calahorra que se replegó y buscó guardar un poco el cuero cuando lo robaba, sin conseguirlo salvo un par de fases en el período inicial. Esfuerzo encomiable el de los rojillos que cogían aire con cada saque de banda. Los de Imanol Alguacil querían un ritmo vivo, los de Miguel Sola darle otra vuelta: robar, triangular rápidos (dos o tres pases) y aprovechar los espacios. No hubo fortuna. Cierto que hubo un par de acercamientos finiquitados en lanzamientos de córner sin consecuencias.

Los locales tampoco intimidaban a Zabal, más allá de un remate de cabeza de Dávila tras la continuación en una falta lateral y de un arreón prolongado en los minutos finales de la primera parte. Ahí le costó al Calahorra. Nais se sacó un buen tiro, repelido por el meta alfareño en el comienzo del asedio hasta el descanso. La profundidad de los laterales blanquiazules era mayor y el equipo riojano pasaba apuros con varios centros que no encontraron rematador.

El paso por vestuarios sirvió para enfriar los ánimos de los guipuzcoanos. La tónica no varió demasiado, pero en el arranque del segundo tiempo el Calahorra no estuvo tan a merced de su oponente. Parecía que los rojillos, aunque seguían defendiendo en su campo, no tenían que estar tan pendientes de correr detrás del esférico. Muestra de ello, fue el remate de cabeza de Barcina, buena parada de Zubiaurre, tras un centro desde la derecha de Álvaro González en la segunda llegada por ese costado. Una muestra de que el duelo se podía decantar por un detalle.

El filial blanquiazul insistía pese a los avisos de los riojabajeños. Sola comprobó que Zabal guarda la portería con empeño, así que el lateral se tuvo que lamentar de la oportunidad perdida. Sola refrescaba a los suyos y como se comprobó en la segunda mitad el equipo rojillo fue más práctico tratando de evitar riesgos innecesarios a la hora de sacar el balón desde atrás. Saque en largo y a partir de ahí, crecer. El problema fue que apenas se generaron ocasiones a favor. Las tablas se daban por buenas, aunque los guipuzcoanos iban a amargar la tarde noche a los calagurritanos.

La culpa fue de un riojano, Lapeña. El central estuvo más atento que el resto de la zaga rojilla cuando Zabal evitó, en primera instancia, el gol en un remate de cabeza a bocajarro tras una falta lateral. Era el minuto 84, así que había poco margen para reaccionar. Lo intentó el cuadro de Sola con empuje. Hubo varios centros laterales, se presionaba en campo contrario, había otra chispa, otra intensidad. Zubiaurre no tuvo que intervenir, pero el Calahorra mostró otra cara. Los guipuzcoanos pudieron sentenciar y fallaron lo que casi no se puede fallar. Les daba igual. El trabajo ya estaba hecho. Todo lo contrario que los riojabajeños, que buscarán recuperar su esencia ante el Mirandés en La Planilla.

Ficha técnica

Real Sociedad B: Zubiaurre; Sola, Le Normand, Lapeña, Muñoz; Guevara, Gorostidi; Thior (Olaizola, min. 70), Roberto López, Nais (Veiga, min. 80); y Dávila (Celorrio, min. 62).

Calahorra: Zabal; Álvaro González, Barrio, Cristian, Morgado; Parla, Cárdenas; Auzmendi (Javi Duro, min. 76), Goñi (Ortega, min. 63), Barcina (Barace, min. 68); y Ubis.

Goles: 1-0, min. 84: Lapeña.

Árbitro: Gorka Mazo (Colegio Castellano leonés). Amonestó a los locales Le Normand (min. 47) y Muñoz (min. 54) y al visitante Goñi (min. 59).

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