El fiscal y la acusación particular piden 12 años de cárcel para el presunto agresor del congoleño
El fiscal ha solicitado una condena de 12 años de prisión para Roberto Alonso, el presunto agresor de Miwa Buene , por un delito de lesiones con la agravante de motivación racista al considerar acreditado que fue el autor del fuerte puñetazo que dejó al congoleño postrado en una silla de ruedas a causa de una tetraplejia.
En la última sesión del juicio, que quedó visto para sentencia, el representante del Ministerio Público elevó a definitiva su acusación, al igual que hizo la acción popular, que representa al colectivo Movimiento contra la Intolerancia y que reclamó también 12 años de cárcel por un delito de lesiones grave, con motivación racista.
Por su parte, el abogado defensor solicitó la libre absolución para su cliente. No obstante, propuso como alternativa, en el caso de que se le condene, que se le impute un delito de lesiones por imprudencia o bien un delito de lesiones con la atenuante de alcoholismo al estar bebido cuando se produjeron los hechos.
En concepto de responsabilidad civil, el fiscal solicitó que el procesado indemnice a Miwa, de 42 años, con 26.620 euros por los días que estuvo hospitalizado y con 350.000 euros por las lesiones medulares permanentes.
En su informe, el fiscal fundamentó su petición en el relato de los testigos, quienes identificaron a Roberto Alonso como el agresor de Miwa y certificaron ante el tribunal los insultos racistas y xenófobos que le dirigió momentos antes de golpearle en la nuca.
En la prueba pericial, los forenses incidieron en la intensidad del fuerte golpe que propinó presuntamente Roberto Alonso a la víctima, puesto que anuló toda capacidad de reflejos y le provocó una tetraplejia inmediata por la fractura de la médula ósea y las cervicales.
Una de las especialistas que trató al congoleño en el hospital de tetrapléjicos de Toledo relató al tribunal que Miwa le confesó que prefería morir a ser una carga para su familia. “Su mujer fue la luz que le dio fuerzas para seguir viviendo”, comentó.
Asimismo, los forenses psiquiatras que le trataron indicaron que la víctima sufre un cuadro depresivo severo con trastorno psicótico con motivo de quedar postrado en una silla de ruedas, necesitando una tercera persona para realizar cualquier actividad diaria.
INSULTOS RACISTAS
Según el fiscal, el procesado se encontraba a las 10.30 horas en la calle Río Tajuña cuando se cruzó con Miwa, a quien pidió un cigarro. El congoleño le contestó que no tenía y acto seguido éste reaccionó de forma violenta, comenzando a insultarle.
Entonces le manifestó que “vaya hijo de puta, que en este país no había sitio para él, que era un mono y que el único sitio donde podía estar era en el Parque Zoológico con sus compañeros”. A continuación, le propinó de forma sorpresiva un fuerte puñetazo en la nuca y se alejó del lugar al grito “nos están invadiendo, arriba España”.
Cuando los agentes requirieron al procesado que se identificara, éste les manifestó que si era por “lo del negrito”, que “que importaba que le hubiera pegado a un negrito”, añadiendo otros comentarios de carácter racista y xenófobo.
Como consecuencia de la agresión, Miwa se desplomó en el suelo inconsciente. El golpe le produjo lesiones consistentes en fractura-luxación C4-C5 y fractura C6 con lesión medular a nivel C4 y tetraplejia inmediata con gran invalidez, vejiga e intestino neurógeno con incontinencia urinaria y fecal, disfunción eréctil, falta de movilidad y de sensibilidad y precisando ayuda de terceros para todas as actividades de su vida diaria y de silla de ruedas para sus desplazamientos. La víctima presenta un trastorno depresivo mayor severo y un trastorno psicótico.
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