Cruz Roja ha atendido a más de 147.000 afectados por la dana y ha invertido ya 63 de 115 millones presupuestados en ayudas
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Entidades como Cruz Roja llevan más de un año trabajando casa por casa con los afectados por la dana del 29 de octubre de 2024, que provocó la muerte de 230 personas en la provincia de Valencia y causó daños materiales multimillonarios; y todo ello, a pesar de las campañas de desinformación y desprestigio de las que han sido objeto por parte de la ultraderecha. Concretamente, la ONG reaccionó en un primer momento a la emergencia provocada por la dana habilitando albergues y recopilando productos de primera necesidad para ayudar a las víctimas de la tragedia.
A partir de ahí, y en paralelo a esas primeras acciones, la organización trabajó en un plan de respuesta a tres años, y dividido en tres fases: una primera de respuesta inmediata, una segunda centrada en la recuperación y la tercera de fortalecimiento y resiliencia. Se trata de un plan dinámico porque continúan escuchando a la población afectada al mismo tiempo que actúan sobre el terreno.
En total, tiene prevista una inversión de 115 millones de euros, de los que ya se han destinado 63; y hasta la fecha han atendido a 147.218 personas. La partida proviene de los fondos propios de Cruz Roja y de donaciones y aportaciones, tanto de particulares como de empresas y otras entidades o asociaciones. “Todas las partidas, tanto el dinero recibido como el repartido, están registradas y auditadas”, explica desde Cruz Roja Mireia Clotet, que insiste en que todo ese dinero tiene una trazabilidad por medio de las facturas y la documentación acreditativa correspondiente: “Hay máxima transparencia, ya que nos auditan tanto nuestros donantes como entidades externas”.
Primeras fases
La primera fase del plan de respuesta se centró en cubrir las necesidades básicas de las personas afectadas por las inundaciones, facilitándoles alimentación, vestuario, mobiliario, electrodomésticos. Así, se repartieron 46.000 kits de alimentos; 15.000 electrodomésticos valorados en 3.928.000 euros; productos de apoyo sanitario, como sillas de ruedas, sillas eléctricas, elementos necesarios para personas dependientes; equipos de apoyo psicosocial, que llevaron a cabo 8.200 atenciones; se han realizado 1.680 atenciones por parte de expertos jurídicos a afectados por derrumbes; 5.350 movilizaciones con sillas oruga en edificios sin ascensor para gente que no podía moverse de sus domicilios; o el reparto de 25.793 tarjetas monedero a los afectados por un importe de 32.987.000 euros, entre otras acciones.
La segunda fase, de recuperación, echó a andar el pasado mes de marzo y se sumaron acciones como la rehabilitación de viviendas afectadas, de las que ya se han finalizado 35 por un importe de 625.000 euros. También se llevaron a cabo campamentos y actividades de ocio para niños de municipios afectados, así como la entrega de juguetes, material escolar y tecnológico.
De igual modo, se repartieron ayudas de primera necesidad para suministros, alquileres temporales, audífonos o dentaduras: “Realizamos estudios de las necesidades de quienes lo requerían e intentamos ayudarles con toda una cartera de servicios”, explica Clotet, quien añade que ya se han invertido 2.174.000 en estas ayudas.
También se destinó una parte importante a la reactivación de negocios, con una línea de 2.817 ayudas a comercios afectados y una inversión de 13.657.000 euros. En este ámbito, se ha habilitado una segunda ayuda de consolidación y en enero confían en lanzar una nueva ayuda para la reparación de ascensores para aquellos colectivos que quedan fuera de las subvenciones de noviembre de la Generalitat Valenciana. Además, se están concediendo cantidades extraordinarias en este periodo de Navidad, en el que se generan sobrecostes para las familias.
Y aunque se sigue en la fase de recuperación, Cruz Roja ya ha comenzado a trabajar en el fortalecimiento y la resiliencia por medio de la formación a la población: “De momento, lo que hacemos es formar a los equipos internos para que puedan informar a la comunidad sobre la prevención”.
Una catástrofe de grandes dimensiones
“Nos hemos enfrentado a una gran catástrofe, de gran dimensión, lo que dificulta la intervención”, señalan desde Cruz Roja, y detallan que se ha hecho un gran esfuerzo, con 7.000 personas trabajando: “Es un gran reto al que seguimos enfrentándonos”.
Sobre los bulos de los que han sido objeto, lamentan que han sufrido una campaña de desprestigio y desinformación: “Puede haber gente que diga que no nos vio, y es cierto, porque la zona afectada es muy extensa y no podemos llegar a todos los damnificados”. Pero añaden que han tenido operativos hasta 17 albergues provisionales que atendían a personas afectadas: “Hemos hecho y estamos haciendo un esfuerzo importante; estamos dando el máximo posible”. “Sabemos que todavía quedan necesidades y personas a las que no hemos llegado, pero seguimos trabajando”, concluye Clotet.
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