El Punto de Encuentro Familiar atendió a 291 usuarios nuevos en 2019
El Punto de Encuentro Familiar tendió a lo largo de 2019 a 291 usuarios nuevos, de los que 119 son menores. En total, a lo largo del último año ha atendido a 815 usuarios directos que asisten con la regularidad que marca la resolución judicial para el cumplimiento del régimen de visitas.
La consejera de Servicios Sociales y a la Ciudadanía, Ana Santos, junto con el director de Justicia e Interior, Alberto Espiga, han visitado este jueves el Punto de Encuentro Familiar de Logroño.
El Punto de Encuentro Familiar es un espacio neutral idóneo para favorecer el derecho fundamental del niño o niña a mantener las relaciones con sus familias, cuando en una situación de separación y/o divorcio o acogimiento familiar, o en otros supuestos de interrupción de la convivencia familiar, el derecho de visita se ve interrumpido o es de cumplimiento difícil o conflictivo.
El Gobierno de La Rioja cuenta con dos puntos de encuentro familiares, uno en la capital riojana y otro en Calahorra. Y desde 2008, cuando se firmó un Protocolo de Colaboración entre la Comunidad Autónoma de La Rioja y la Junta de Castilla y León, el régimen de visitas dictadas por los Juzgados del Partido Judicial de Haro se realiza en el Punto de Encuentro Familiar de Miranda de Ebro.
El Punto de Encuentro Familiar de Logroño se puso en marcha en 2002 y el de Calahorra comenzó a funcionar en 2010. Desde entonces, y hasta diciembre de 2019, han pasado por este servicio 6.385 usuarios directos derivados de 1.515 expedientes.
Lo que prima en el trabajo diario de los Puntos de Encuentro, ha resaltado Santos, “es el interés y el bienestar de los menores”. Y es que, “en los encuentros que se mantienen en este espacio se permite que los menores, supervisados por la figura de los profesionales, fluya una relación adecuada, se cree un ambiente de seguridad y empatía y se atiendan esas necesidades afectivas y de equilibrio”.
Y en esta labor, la consejera ha destacado además la formación y preparación de los profesionales que trabajan en este servicio del Gobierno de La Rioja así como la necesaria y constante coordinación con “las instituciones implicadas en los casos de violencia de género y filio parental como son las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, los servicios sociales o la judicatura, entre otros”.
El régimen de visitas siempre está impuesto por resolución judicial y se preservará su cumplimiento como un derecho fundamental del menor. Pero además, otro de los objetivos de este recurso del Gobierno de La Rioja es velar por la seguridad del menor, de las víctimas de violencia doméstica y de cualquier otro familiar vulnerable durante el cumplimiento del régimen de visitas.
Los usuarios del Punto de Encuentro Familiar son los miembros de las familias nucleares y, en su caso, otros familiares y personas allegadas, que tras un proceso de separación, divorcio o cualquier otra circunstancia legal, tengan establecido judicialmente el cumplimiento del régimen de visitas en el Punto de Encuentro Familiar en atención a las dificultades observadas para realizar dichas visitas de forma autónoma.
Las actuaciones que se llevan a cabo en el PEF pueden ser de diversos tipos, en función del caso en concreto. Así, las visitas tuteladas son visitas que se desarrollan dentro del centro bajo la supervisión y presencia continuada del equipo técnico. Pero además, también se contemplan las visitas en el centro sin supervisión. Estas son visitas que se desarrollan en los locales del Punto de Encuentro Familiar y que no requieren de la supervisión directa o presencia continuada del equipo técnico o personal voluntario del mismo. En determinadas circunstancias se podrán realizar salidas fuera del centro.
Los denominados acompañamientos en salidas son visitas que se desarrollan fuera del centro, en un lugar público, con presencia de una persona del equipo técnico. En el caso de los intercambios, el Punto de Encuentro Familiar se utiliza únicamente para supervisar la entrega y recogida de los menores para la realización de visitas que se desarrollan fuera del centro.
Asimismo, el Punto de Encuentro Familiar presta orientación psicosocial a los menores y a las familias para reducir el impacto que la situación familiar pueda generar en los hijos tras el divorcio o separación conflictiva, dotándoles de recursos para afrontar los cambios y adaptarse a la nueva situación. Pero además, se persigue mejorar las relaciones paterno-materno filiales y habilidades de crianza parentales así como preparar a los progenitores para que, progresivamente, adquieran habilidades que permitan mantener dicha relación sin depender del Punto de Encuentro Familiar.
Por otro lado, durante el pasado año se derivaron 65 expedientes del Juzgado de Violencia sobre la mujer, 56 de ellos con orden de protección y/o alojamiento. En cuanto a los informes, a lo largo de 2019 se realizaron 468 informes a los juzgados y/o Dirección General de Servicios Sociales y a la Ciudadanía.
0