El Real Madrid gana con comodidad al Maccabi Tel Aviv
El Real Madrid acaricia los cuartos de final de la Euroliga tras sumar ante el Maccabi Tel Aviv su tercera victoria (98-79) en otros tantos partidos disputados del Top 16, dando continuidad a una gran racha de resultados que por una vez no vino acompañada del recurso a la heroica.
El sufrimiento de los últimos partidos dio paso a un encuentro cómodo, relajado en su segunda mitad. El equipo de Joan Plaza redobló esfuerzos en defensa en la recta final del segundo cuarto y logró cosechar una pequeña ventaja en el luminoso que lograría administrar hasta el final del encuentro.
Incluso el esfuerzo atrás en defensa, que llegó a reducir el peligro en ataque de los de Pinhas Gherson a los chispazos de Carlos Arroyo, permitió rápidas transiciones en las que el equipo madridista pareció quitarse de encima la tensión con la que se había acostumbrado a vivir los últimos encuentros. Como colofón, los blancos protagonizaron en los minutos finales un aluvión de triples que sepultó las opciones israelíes.
Pero no todo el encuentro fue tan sencillo para el Real Madrid. En los primeros minutos de juego, la escuadra madridista encontró serias dificultades para anotar en la pintura. Felipe Reyes, habitual faro del ataque blanco, se vio en apuros para poder anotar frente al rocoso juego interior macabeo que forman el atlético D'Or Fischer (líder en valoración de la Euroliga) y el que fuera jugador del DKV Joventut Charles Gaines.
Sin poder recurrir al pívot cordobés, los de Joan Plaza se agarraron al buen momento que vive Louis Bullock en las últimas semanas. El escolta de Michigan vuelve a recordar con sus últimas actuaciones al que fuera uno de los mejores anotadores del Viejo Continente, y con sus nueve puntos en el primer cuarto se erigió en pieza clave para que su equipo mantuviera el tipo en el partido.
El Real Madrid no tardó en dar muestras de la dependencia que sufre de ambos jugadores y, con ellos en el banquillo y un desacertado Pepe Sánchez sobre el parqué de Vistalegre, los locales vivieron los peores momentos de la primera mitad. Sobre todo en ataque, donde en ausencia de los dos puntales no surgió ningún jugador capaz de tomar la iniciativa y atacar el aro israelí.
Al mal momento del base argentino, se unieron durante el segundo periodo los problemas de Sergio Llull con las faltas personales. Y es que Carlos Arroyo le ganó la partida a la pareja de directores de juego madridistas. El puertorriqueño dirigió con acierto las transiciones del Maccabi y, en estático, no paró de atacar a su par para ganar viajes a la línea de 4.60.
Él y la puntería de Lior Eliyahu fueron las principales preocupaciones en defensa de un conjunto blanco que supo apretar a tiempo para marcharse al descanso marcando una máxima diferencia de seis puntos tras un triple sobre la bocina de Axel Hervelle.
Diferencia que seguiría aumentando tras la reanudación. Aplicados en defensa y con Alex Mumbrú sumándose al festival anotador de Louis Bullock, el equipo madridista abrió hueco en el electrónico. Si alguna vez Maccabi confió en la remontada, dos triples consecutivos de Sergi Llull echaron el cierre al partido y permitieron sumar un triunfo que le deja cerca de los cuartos de final de la Euroliga.
El base balear protagonizó un sobresaliente final de partido con tres triples casi consecutivos que devolvieron a Carlos Arroyo el martirio por el que había pasado durante el resto del partido. De esta forma, Llull ponía la rúbrica al excepcional trabajo de Louis Bullock, máximo anotador del partido con 24 puntos.
0