El testimonio grabado de la hija del 'monstruo de Amstetten' centra la segunda sesión del juicio

El juicio contra Josef Fritzl, el austríaco de 73 años que mantuvo a su hija encerrada en un sótano durante 24 años, periodo en el cual la violó repetidamente, se ha reanudado hace poco más de media hora en la Audiencia Provincial de la localidad de Sankt Poelten, cerca de Viena, con la grabación del testimonio de Elisabeth sobre su cautiverio.

También se espera que se presenten los informes psiquiátricos del acusado y sobre su posible responsabilidad en la muerte de uno de los siete hijos que tuvo con Elisabeth, fruto de las continuadas violaciones, por supuesta omisión de socorro.

Como ayer, el conocido como 'monstruo de Amstetten' apareció en el tribunal con la cara tapada con una carpeta donde guarda sus apuntes sobre su defensa, a pesar de ser uno de los hombres más conocidos del país por el caso que se destapó hace 11 meses.

Nuevamente, Fritzl tendrá que responder a las preguntas que le va haciendo la juez Andrea Humer según el testimonio de Elisabeth. El acusado se declaró ayer culpable del cargo de incesto y “parcialmente” del de violación, pero rechazó los cargos de esclavitud y asesinato.

Los ocho miembros del jurado, cuatro hombres y cuatro mujeres, verán hoy nuevos fragmentos del vídeo, de unas 11 horas de duración, en el que Elisabeth cuenta con todo detalle cómo su padre comenzó a abusar de ella cuando tenía sólo 11 años. Según asegura, en agosto de 1984 la llevó al sótano y allí la drogó, la esposó y la encerró en el zulo que ya tenía preparado. No volvería a salir hasta 24 años después.

El cargo más difícil de probar, según los expertos, será el de asesinato de uno de los siete hijos que Fritzl tuvo con su hija y que murió tres días después de nacer. La fiscal le acusa de omisión de socorro, lo que en Austria, en caso de un bebé tan pequeño, se puede considerar asesinato.

Si finalmente el jurado le declara culpable de asesinato, Fritzl sería condenado a cadena perpetua. En caso contrario, de ser hallado culpable de esclavitud la pena máxima es de 20 años de prisión, mientras que los otros cargos podrían suponer una condena de hasta 15 años. El veredicto se espera para el jueves o el viernes.