El turismo rural, protagonista de la Semana Santa

Si el turismo costero para estas vacaciones de Semana Santa ha perdido el protagonismo, no ha ocurrido lo mismo con el turismo rural. Así lo demuestra la ocupación de casas rurales en La Rioja, que para este fin de semana la ocupación está en torno al 70 por ciento y de cara al próximo Jueves Santo aumenta al cien por cien, según ha asegurado el presidente de ASCARIOJA, José Julián Cabezón.

En esta ocasión la preferencia mayoritaria de los turistas ha cambiado de la playa, a las zonas rurales. El atractivo de la gastronomía, la cultura y la naturaleza se configuran como los principales elementos para organizar las vacaciones de la mayoría de las personas.

Asimismo las posibilidades de este tipo de turismo posibilita el conocimiento de la cultura de la región y de la historia que le rodea, que sumado a la tranquilidad y al encanto de permanecer unos días de descanso en un entorno natural hacen que el habitante de la ciudad escoja esta nueva opción, ya que le permite desconectar de la actividad frenética de las grandes urbes e interactuar con la naturaleza.

Además con este tipo de turismo el ciudadano puede practicar diversas actividades, como el esquí, el piragüísmo, el puenting, rafting, escalada, senderismo y un largo etcétera. Que junto con el conocimento del campo y de las diferentes opciones culturales que ofrece se convierten en destinos muy demandados por numerosas personas.

El alojamiento que se oferta es muy diverso, como pueden ser paradores, hoteles, pensiones, albergues o casas rurales. En este caso, las casas rurales se han convertido en los hospedajes más demandados por los turistas para pasar sus vacaciones en estas fechas. Especialmente por grupos de amigos que según ha explicado Cabezón, son los que más han demandado este tipo de alojamiento. Además, entre las opciones de reserva “la mayoría ha alquilado la casa entera”, ha aseverado.

Asimismo, aunque las todas las zonas de La Rioja se demandan por el cliente, Cabezón ha apuntado que hay una inclinación especial por las zonas en las que se encuentran bodegas, especialmente Haro, Casalarreina, Briones o Santo Domingo, por el interés del turista para practicar enoturismo.