“Estábamos a 500 metros y nos han caído restos de cristales y de los vehículos”
“Ha sido una explosión muy fuerte. Estábamos a 500 metros y nos han caído restos de cristales y de los vehículos que estaban junto al coche bomba”. Así describía a través del teléfono a Rioja2.com el momento de la explosión un policía local de Calahorra que acaba de entrar a trabajar a las 14.00 horas, minutos antes de que el artefacto colocado por ETA en las proximidades del cuartel de la Guardia Civil explotara.
Según el agente de seguridad “se había establecido un perímetro de seguridad de 400 metros y se había procedido a desalojar los edificios más próximos al lugar en el que se encontraba el coche con el explosivo”. Pese a todo la violencia de la explosión ha hecho que restos del vehículo y cristales superaran esa distancia.
La peor parte de la explosión se la han llevado los edificios colindantes. “El cuartel está bastante afectado pero lo edificios de las proximidades están reventados”, señalaba. “Todos los cristales se han roto y los vehículos de la zona presentan muchos daños”, completaba, minutos después de la explosión.
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