ETA colocó un explosivo especial en la bomba que mató a Puelles
La bomba-lapa utilizada por ETA para acabar con la vida del inspector de Policía Eduardo Puelles estaba compuesta por alrededor de tres kilos de un explosivo que, por las trazas analizadas hasta el momento, podría ser amonitol.
Este potente explosivo surge de la mezcla de nitrato de amonio, polvo de aluminio y nitrometano, sustancia líquida esta última de la que ETA robó 2.000 litros el 8 de octubre de 2007 en una planta química de Saint-Etienne.
En el caso de la bomba del pasado viernes, el nitrometano se utiliza como combustible en el aeromodelismo y amplía el efecto devastador de los dos primeros componentes. Ya fue utilizada en atentados como el de Oklahoma, que causó 168 muertos, o en otros perpetrados por Al Qaeda.
El empleo de amonitol supuso la confirmación de que la banda había recuperado su capacidad para fabricar bombas durante la tregua. De hecho, la ruptura del alto el fuego se realizó con un coche-bomba que guardaba una bomba que incluía hexógeno, una sustancia que la organización terrorista llevaba años sin utilizar.
El 31 de enero de 2008, la Ertzaintza encontró un barril en un camino vecinal de Getxo (Vizcaya) que estaba cargado con 35 kilos de amonitol. Desde entonces, ETA ha utilizado este potente explosivo en varias ocasiones. Los artificieros de la Ertzaintza descubrieron restos de nitrometano en la bomba que explotó el 20 de abril de 2008 en la Casa del Pueblo de Elgoibar (Guipúzcoa) y la banda habría utilizado también esta sustancia para atentar contra el cuartel de la Guardia Civil en Calahorra y contra la sede de EiTB.
Al 'comando Vizcaya' desarticulado el verano pasado se le incautaron 120 kilos de las tres sustancias empleadas para fabricar amonitol y la policía francesa halló 80 litros de nitrometano en el último escondite de explosivos aprehendido a ETA, hallado el pasado 15 de junio en el departamento francés de Lot-et-Garonne, donde había en total cerca de 200 kilos de explosivo y varios tipos de armas.
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