La nueva doctrina de Obama sobre seguridad nacional
El gobierno de Estados Unidos ha hecho pública su nueva doctrina de seguridad nacional que combina el diálogo diplomático, la disciplina económica y el poder militar con el fin de consolidar la posición del país en el mundo.
Esta doctrina supone un cambio importante respecto a la época del presidente George W. Bush, ya que la estrategia de su sucesor, Barack Obama, propone la ampliación de las alianzas más allá de los socios tradicionales de Estados Unidos para abarcar a potencias emergentes como China e India y así compartir la carga internacional, según algunos extractos del documento, obtenido por la agencia Reuters.
Ante la mala situación económica y el alto déficit, el gobierno estadounidense también reconoce como prioridades de la seguridad nacional el fomento del crecimiento económico y el arreglo de los asuntos fiscales. “En el centro de nuestros esfuerzos está el compromiso de renovar nuestra economía, que es la fuente del poder americano”, dice el texto.
La primera declaración oficial de Obama sobre los objetivos de la seguridad nacional, que se publicará este jueves, no incluye la política de Bush de la guerra preventiva, que no gustaba a algunos de los aliados de Estados Unidos.
l documento, que diseña una visión para preservar la seguridad del país estadounidense mientras participa en guerras en Afganistán e Irak, formaliza la intención del presidente Obama de hacer hincapié en la diplomacia multilateral más que en la fuerza militar.
De esta manera se reitera la determinación de Obama de intentar dialogar con “países hostiles”, aunque también amenaza con aislarlos si siguen desafiando las normas internacionales.
La Estrategia de Seguridad Nacional, que cada presidente estadounidense está obligado a elaborar por ley, suele reafirmar posturas preexistentes, pero se considera importante porque puede influir en los presupuestos y en las leyes y a nivel internacional despierta mucho interés.
Obama, que cuando llegó a la Casa Blanca tuvo que enfrentarse a la peor crisis financiera ocurrida desde la década de los años 30, ha sido el presidente que ha vinculado más claramente la salud económica del país con su importancia en el escenario internacional. “Debemos renovar los cimientos de la fuerza de América”, subraya el documento, que señala que para que tener un crecimiento económico constante, Estados Unidos debe ir por el “camino de la fiscalidad sostenible” y tratar de depender menos del petróleo extranjero. Sin embargo, el tecto no menciona como problema para la seguridad nacional el gran endeudamiento de Estados Unidos con países como China.
En su primera declaración sobre sus políticas, en 2002, después de los atentados del 11 de septiembre de 2001, Bush incluyó el derecho de Estados Unidos a emprender acciones unilaterales y preventivas contra países y grupos terroristas que considere una amenaza. El plan de Obama aleja implícitamente a su Gobierno de lo que se acabó conociendo como la Doctrina Bush, que sirvió como justificación para la invasión de Irak en 2003.
Aunque la nueva doctrina reafirma el compromiso de anteriores presidentes de mantener la superioridad militar de Estados Unidos, supone también un distanciamiento de lo que quienes criticaban a Bush llamaban la “diplomacia de cowboy”.
“Tenemos que ser perspicaces para saber ver los puntos fuertes y los defectos de las instituciones internacionales”
, indica el texto, que, no obstante, incide en que Estados Unidos no puede optar por “marcharse” de esas instituciones.
“El compromiso americano se debe centrar en reforzar las instituciones internacionales e impulsar una acción colectiva
que pueda ser beneficiosa para intereses comunes como luchar contra el extremismo violento, evitar la expansión de las armas nucleares y asegurar los materiales nucleares, conseguir un crecimiento económico equilibrado y sostenible y presentar soluciones conjuntas a la amenaza del cambio climático“, detalla.
La insistencia de Obama en que Estados Unidos no puede actuar solo en el mundo también es un mensaje con el que transmite a las potencias reales y las emergentes que deben compartir la carga.
Política antiterrorista
La estrategia de Obama reitera su objetivo de “desarticular y derrotar” a Al Qaeda pero recalca que en ese proceso Estados Unidos debe respetar y promover los derechos humanos. También rechaza la tortura como herramienta de la seguridad nacional.
Obama ha hecho un acercamiento al mundo musulmán, donde la imagen del país se ha visto perjudicada por la guerra de Irak, por el escándalo de los abusos en la cárcel iraquí de Abu Ghraib y por las referencias a conceptos como la “guerra contra el terror” o el “islamofascismo”.
Otra de las prioridades que menciona la nueva doctrina es la eliminación de la amenaza terrorista que surge en el propio territorio estadounidense, después de que el día de Navidad de 2009 un joven nigeriano intentase detonar unos explosivos en un avión que se dirigía a Detroit y del atentado con coche bomba que alguien intentó llevar a cabo este mes en el centro de Nueva York, en Times Square.
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