La OEA aprueba la suspensión de Honduras y la tensión aumenta en el país ante la vuelta de Zelaya
La asamblea general de la Organización de Estados Americanos (OEA) decidió suspender a Honduras como país miembro ante la negativa de sus actuales dirigentes a restituir en la presidencia a Manuel Zelaya, derrocado y expulsado del país por el Ejército el pasado domingo.
Reunidos en sesión extraordinaria, y a petición de su secretario general, José Miguel Insulza, los miembros del principal organismo diplomático del continente aprobaron esta medida entendiendo que el Gobierno de facto hondureño ha violado el artículo 21 de su carta, en el que se establece la suspensión de la membresía de cualquiera de sus estados cuando se constate que en él se ha roto el orden democrático y no hay voluntad diplomática para restaurarlo.
Además, la OEA ha recomendado a todos los miembros de la comunidad internacional que revisen sus relaciones con el país centroamericano y se ha comprometido a aumentar sus esfuerzos diplomáticos para tratar de devolver la normalidad en Honduras.
Tras escuchar el informe presentado por Insulza al comienzo de la sesión, los 33 países de la OEA presentes en la reunión han votado unánimemente a favor de la suspensión de Honduras y de no reconocer al régimen encabezado por Roberto Micheletti, informan los medios regionales.
La OEA resolvió “suspender al Estado de Honduras del ejercicio de su derecho de participación en la OEA, de conformidad con el artículo 21 de la Carta Interamericana Democrática (...) La suspensión tendrá efecto inmediatamente”, dijo el canciller argentino, Jorge Taiana, leyendo la resolución aprobada.
En el documento elaborado por Insulza tras su visita ayer a Tegucigalpa, el secretario general de la OEA aseguraba que no existía “ninguna disposición por parte del Gobierno de facto para modificar su conducta”, por lo que, ante las “pocas alternativas”, recomendaba la suspensión de Honduras como miembro, conforme al artículo 21 de su carta fundacional.
Insulza aseguraba además que “en Tegucigalpa se vive una situación de extrema tensión que se evidencia en la presencia militar (...) no hay normalidad pero tampoco hay violencia en la calle”. Además, destacaba el “riesgo a de que se deriven hechos violentos”.
La anunciada vuelta de Zelaya hoy a Tegucigalpa, confirmada de nuevo por él mismo tras conocer la decisión de la OEA, ha sido también uno de los principales temas de preocupación en la asamblea del principal organismo diplomático del continente. “Hay temor e incertidumbre en lo que podría ocurrir con el retorno de Zelaya”, apunta.
MILES DE HONDUREÑOS ESPERAN LA LLEGADA DE ZELAYA
Cientos de miles de hondureños marchaban esta madrugada (hora española) hacia el aeropuerto internacional de Tegucigalpa para recibir a Zelaya, informaron dirigentes de las asociaciones convocantes de las protestas.
Convocados por organizaciones sociales y populares de Honduras, los manifestantes salieron desde el Palacio de Gobierno para dirigirse al aeropuerto de la capital, donde se espera la llegada de Zelaya, informó la cadena Telesur, que ha colgado en su web imágenes de francotiradores del Ejército apostados en el aeródromo.
“Las manifestaciones son enormes. En estos momentos hay más de 100.000 personas”, aseveró a la cadena el líder de Vía Campesina, Rafael Alegría, quien añadió que se espera la llegada de más grupos procedentes “de todo el país”.
POSIBLE ESTALLIDO DE LA VIOLENCIA
miembros de la OEA, como Canadá o Costa Rica, y la Iglesia católica han solicitado a Zelaya que suspenda su viaje programado para hoy a Honduras por los actos violentos que podría desatar.
El arzobispo de Honduras, Óscar Andrés Rodríguez, pidió a Zelaya ayer que no viajase a Tegucigalpa. “Una acción precipitada, un regreso al país en este momento podría desatar un baño de sangre. Sé que usted ama la vida, usted respeta la vida. Hasta hoy no ha muerto ni un solo hondureño. Medite, porque después sería demasiado tarde”, dijo en declaraciones recogidas por la televisión y las radios locales.
Las declaraciones del representante de la Iglesia hondureña, fueron en sintonía con las que realizaron en Washington otros miembros, como el ministro de estado del Departamento de Relaciones Exteriores de Canadá, Peter Kent.
Canadá cree que “no es el mejor momento” para que se produzca el regreso a Honduras del presidente derrocado, Manuel Zelaya, señaló Kent.
NICARAGUA ASEGURA QUE LOS MILITARES PLANEAN “UN BAÑO DE SANGRE”
Por su parte, Nicaragua aseguró que el Gobierno de facto está suministrando armas a algunos de sus seguidores para que disparen contra la Policía y provoquen altercados violentos durante las próximas horas.
El objetivo del Ejecutivo interino, según el presidente nicaragüense, Daniel Ortega, sería el de provocar “un baño de sangre” para que la comunidad internacional cambie su favorable postura hacia el presidente derrocado, Manuel Zelaya, y para que se acuse a los Gobiernos de Nicaragua, Venezuela y Cuba de promover una “agresión armada” contra los nuevos dirigentes del país.
Los militares hondureños “están organizando grupos paramilitares para infiltrarlos en las manifestaciones de apoyo a Zelaya y que disparen incluso en contra de los policías” para “justificar un baño de sangre”, alertó Ortega durante un multitudinario acto en Managua recogido por Telesur.
CORREA Y CRISTINA FERNÁNDEZ ACOMPAÑARÁN A ZELAYA
Zelaya no regresará sólo a su país, lo hará acompañado por una comitiva en la que estarán, entre otros, los presidentes de Ecuador, Rafael Correa, de Argentina, Cristina Fernández, y el de Paraguay, Fernando Lugo.
“La justicia se impone a la controversia”, dijo el ex presidente de Honduras, mientras se dirige a los miembros de la Asamblea en Washington, en declaraciones recogidas por el diario hondureño 'El Heraldo'.
Durante su intervención ante la asamblea, la presidenta Argentina mostraba su preocupación y perplejidad: “si alguien me hubiera dicho hace 15 días que iba a estar en la OEA rechazando un golpe militar, hubiera dicho que era producto de una fantasía”.
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