La vena más rockera de Cibeles
Los hermanos Iñaki y Aitor Muñoz han convertido la pasarela en un auténtico piano de cola de un conservatorio de música en el que sus estudiantes sueñan con despojarse de sus violines y violonchelos para sacar a relucir su vena más rockera.
El desfile abrió con una versión de la mítica canción de Edith Piaf, 'La vie en rose', para la cual Ailanto presentó una línea de vestidos de noche en la que el color negro era el auténtico protagonista. Destacan los detalles de bufandas y fulares anudados al cuello y la sobriedad no sólo en los colores, sino también en sus cortes y líneas.
Entre el público se encontraba la actriz y gran amiga de los diseñadores Laura Pamplona, así como también Cecilia Freire, así como la reportera de 'El Hormiguero' Raquel Martos.
En su segunda línea de ropa, y con versión mucho más rockera de dos grandes éxitos, 'Automotive Motion' de Madonna y 'Rock me Amadeus' de Falco, la mujer Ailanto se libera y saca a relucir su vena más rebelde.
Una línea de ropa muy colorista que huye del negro y opta por varias tonalidades que van desde el amarillo, el fucsia y el mostaza, combinado con grises y ocres que se funden en dibujos muy figurativos que se mezclan con los más abstractos.
Los estampados florales y de instrumentos musicales que invaden camisas y vestidos, además de los volantes ofrecen un guiño muy barroco a una colección para una mujer muy independiente.
La textura es fundamental en la elección de los tejidos (tramas,jaspeados, jacquard o lúrex), asó como el contraste entre tejidos opacos lanosos y brillantes sedosos.
El pantalón tobillero y las prendas de líneas amplias se convierten en las estrellas de la colección. Su versatilidad en diferentes volúmenes y largos se utiliza para crear un look juvenil, casual y algo excéntrico.
El detalle de esta colección está en los grandes pliegues, además de pañuelos y nudos para dar volumen a los tejidos, así como en sus botines capitoné en pieles blandas y acolchadas con adornos metálicos.
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