Las huelgas pasan factura a Sarkozy
La tensión en Francia sigue creciendo a raíz de las numerosas huelgas, protagonizadas por los franceses que se oponen a la reforma del sistema de pensiones que quiere llevar a cabo el gobierno de Nicolas Sarkozy.
Pero eso no es todo, las manifestaciones no sólo pasan una factura política al Ejecutivo galo, sino que también se nota en sus arcas. Según ha manifestado la ministra francesa de Economía, Christine Lagarde, cada uno de los días de huelga registrados podría tener un coste de entre 200 y 400 millones de euros, aunque subraya que resulta “muy difícil” establecer un cálculo real, especialmente a la hora de cuantificar el impacto sobre la imagen exterior del país.
En una entrevista concedida a la cadena de radio francesa Europe1, la ministra gala de Economía ha reconocido que es “muy difícil calcular” el coste de las jornadas de huelga, aunque aventuró una estimación de “entre 200 y 400 millones de euros al día” a la hora de valorar la factura “material” de cada una de las ocho jornadas de huelga registradas hasta la fecha en Francia en protesta por el retraso de la edad legal de jubilación en el país.
En este sentido, Lagarde precisó que resulta “muy delicado” proporcionar cualquier estimación de cifras, ya que el impacto “varía de un sector de actividad a otro”, aunque apuntó que la industria petroquímica se encuentra entre las más afectadas por su dependencia del petróleo.
Asimismo, la ministra de Economía francesa hizo hincapié en el “perjuicio moral” provocado por las huelgas por su impacto sobre la imagen del país en el exterior.
Por su parte, el diario francés Le Figaro calcula en un rango de entre 1.600 y 3.200 millones de euros el coste de las ocho jornadas de huelga en Francia, cuyo PIB de 2009 alcanzó 1,9 billones de euros.
Gasolineras vacías
Los bloqueos de los huelguistas en las refinerías han provocado que una de cada cuatro gasolineras de Francia no tuviera combustible este domingo, según ha reconocido Raymond Soubie, asesor del presidente francés, Nicolas Sarkozy.
“Es un problema logístico muy grave”, afirmó Soubie en declaraciones a la radio Europe 1, al tiempo que alertó de que la escasez de combustible podría afectar especialmente a las regiones turísticas como la Bretaña, Loira-Atlántico o Auvernia.
En cualquier caso, se mostró optimista a medio plazo. “La situación no va a empeorar, sino que mejorará muy gradualmente”, apostilló. El gobierno espera que el inicio de doce días de vacaciones escolares suavice las protestas y propicie una normalización progresiva de la situación.
La principal refinería del noroeste, ubicada en Donges, continúa bloqueada por los manifestantes, lo que impide que se envíe combustible a toda la región. También en el sur, en Marsella, la huelga de los estibadores también impide el desembarco de crudo a través del puerto.
Este mismo fin de semana los trabajadores de dos refinerías han votado a favor de seguir con la huelga durante la semana próxima. Los huelguistas de las demás plantas deberán decidir en los próximos días si continúan con las protestas, explicó un miembro del comité de empresa de Total, Charles Foulard, perteneciente al principal sindicato francés, la Confederación General del Trabajo (CGT). “La movilización continúa. Todo será debatido por los trabajadores y dependerá de su movilización”, apuntó.
La situación y las protestas ya se han traducido una reducción del apoyo a Sarkozy, a pesar de su postura de fuerza. Dos tercios de los franceses se oponen a la reforma de las pensiones, que suma dos años a los necesarios para recibir la pensión mínima y también retrasa dos años a la edad mínima para recibir la pensión íntegra.
El sondeo de la empresa Ifop, publicada por Le Jounal du Dimanche revela también un descenso de dos puntos, hasta el 29%, de la popularidad de Sarkozy.
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