Las ONG se posicionan respecto al Nobel de la Paz de Obama
Desde que se nombrara al presidente estadounidense Barack Obama como premio Nobel de la Paz, han sido pocas las reacciones de las ONG del Estado hacia el nombramiento del presidente
De entre las ONG estatales más grandes destaca sólo la contundencia de Ecologistas en Acción, que en un comunicado destaca todo aquello por lo que el galardón a Obama le parece “injusto e inmerecido”. Consideran que “en relación a los conflictos internacionales, Obama ha mantenido la ocupación de Irak, ha continuado con la guerra en Afaganistán y, por tanto, con la estrategia de lucha por el control del petróleo liderada por su antecesor en el cargo”. Ha mantenido el desarrollo del Plan Colombia, propiciando además, un grave conflicto interamericano por la posibilidad de la creación de nuevas bases militares estadounidenses en América Latina.
Además, continúan Ecologistas en Acción no ha desactivado el llamado “eje del mal”, cuyo discurso radica en la división entre buenos absolutos y malos absolutos. No ha posibilitado un marco de encuentro que haga que Israel de los pasos necesarios para el establecimiento de un estado palestino soberano y digno. Además, Obama ha enarbolado la desnuclearización militar como una bandera, en la que no ha asumido ningún compromiso real para la reducción del arsenal nuclear de su propio país, utilizando este recurso como parte su campaña contra la iniciativa nuclear iraní.
En el ámbito del medio ambiente y el cambio climático, resulta extraño que el jurado de los premios Nobel no se haya percatado del nulo compromiso que Estados Unidos ha asumido hasta la fecha con la reducción de emisiones. La administración Obama no ha firmado el Protocolo de Kioto, y está todavía suponiendo una rémora en las negociaciones para un acuerdo post-Kioto. El mero hecho de que asuma la existencia del cambio climático y la necesidad de una reducción de emisiones de gases de efecto invernadero (cuya propuesta es totalmente insuficiente), no coloca al presidente de EEUU en la vanguardia de la lucha contra el cambio climático, sino simplemente en un papel de lastre un poco menos activo.“
Más allá de nuestras fronteras, Irene Khan, secretaria general de Amnistía Internacional, felicitó a Obama y le instó a que instó “en el espíritu del premio mantenga la justicia, los Derechos Humanos y el estado de derecho en el centro de sus esfuerzos para promover la paz”.
“Este premio eleva nuestras expectativas respecto al presidente Obama y esperamos que emprenda una acción decisiva para buscar la paz con justicia en Oriente Próximo, ponga fin a los abusos a los Derechos Humanos en el nombre de la lucha contra el terrorismo, y refuerce la lucha contra la pobreza en un momento de crisis económica”, añadió.
En Catalunya, el Instituto Catalán Internacional por la Paz, organismo dependiente de la Generalitat de Catalunya, emitió rápidamente un comunicado sobre el nombramiento de Obama (enlace en catalán) en el cual su presidente, Rafael Grasa, lo interpretaba como “más que un premio, un encargo”: “El Comité parece haber querido decir 'sí, usted quiere y puede, y el mundo necesita que lo salve'. A punto de celebrar los veinte años del fin de la guerra fría, le pedimos que entierre definitivamente otra guerra, la surgida a partir de la 'guerra global contra el terror', 'el eje del mal' o los ataques anticipatorios como estrategia de seguridad practicada por todo el planeta por el presidente Bush. La razón de fondo de la conesión parece ser, pues, un intento, casi desesperado, de reforzar su prestigio internacional, una manera de perdirle que no altere su agenda y talante internacional, a pesar de los crecientes problemas de la agenda doméstica”.
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