Las víctimas de violación, discriminadas en todo el mundo
Con motivo del Día Internacional de la Mujer, la organización Amnistía Internacional (AI) ha presentado dos informes regionales en los que se afirma que a las víctimas de violaciones y de violencia sexual en todo el mundo se les niega el acceso a la justicia debido a la discriminación por su género y a las suposiciones sobre su comportamiento sexual.
“En los países pobres y ricos por igual, las mujeres que sufren violaciones o abusos sexuales tienen pocas oportunidades de ver cómo sus atacantes se enfrentan a la justicia”, afirmó la directora general de Derecho Internacional, Política y Campañas de AI, Widney Brown. “Es chocante que en el siglo XXI, con tantas leyes diseñadas para asegurar la igualdad de las mujeres, prácticamente todos los gobiernos fracasen en proteger a las mujeres o asegurar que sus atacantes responden por sus delitos”, añadió.
Los informes de AI muestran que las víctimas de abuso sexual y de violencia doméstica que buscan una resolución por parte de la justicia se enfrentan a numerosos obstáculos, como respuestas inadecuadas o negativas por parte de policías, jueces y médicos.
“A menos que la violencia sexual esté acompañada por la violencia física, sencillamente no se toma en serio”, prosiguió Brown. “Una mujer que sobrevive a una violación sin heridas físicas significativas suele ser estigmatizada o se la hace responsable por un delito cometido contra ella, mientras que el violador a menudo se enfrenta a una sanción limitada, si es que la hay”, aseveró.
Aunque los sistemas judiciales de los diferentes países varían, AI afirma que todos contienen vacíos legales y discrepancias que desaniman a las mujeres a la hora de buscar Justicia por los delitos que se cometen contra ellas.
Así, en los países nórdicos, es el uso de la violencia o las amenazas de violencia lo que determina la gravedad de la violación y no el propio quebrantamiento de la autonomía sexual de la mujer. Amnistía Internacional denuncia en su página Web cómo en Suecia “sólo el 12% de las violaciones denunciadas a la policía desemboca en juicio” o que, en Dinamarca, “el sexo sin consentimiento en el matrimonio no está penado”.
Barreras para lograr la igualdad
Al cruzar las fronteras de Europa, la situación no mejora. Amnistía Internacional explica en estos informes cómo en Camboya las mujeres no confían en el sistema judicial. Los gastos asociados a los trámites policiales disuaden a las mujeres de emprender acciones, y también se suele pedir a las víctimas que paguen un soborno para que la policía inicie la investigación. También es habitual que les reclamen dinero para gastos médicos, transporte y llamadas telefónicas durante la investigación policial.
“Para demasiadas mujeres, su experiencia del sistema de justicia supone un agravamiento de la violencia y los abusos sufridos inicialmente”
, denunció Brown. “Cada vez que un agresor queda sin castigo debido a estas deficiencias, es señal de que las autoridades son indiferentes a la difícil situación de las víctimas de violencia sexual”, ha recalcado.
La violencia contra las mujeres sigue siendo una de las barreras más significativas y predominantes para alcanzar la igualdad de género. Por ello, Amnistía Internacional pide a los gobiernos que ejerzan la diligencia debida para prevenir, investigar y castigar estos actos. Y para ello, asegura la organización, es imprescindible garantizar que las mujeres que han sido objeto de violencia tienen acceso a la justicia y a un recurso efectivo para obtener una compensación por los daños sufridos.
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