Llega a las farmacias el primer medicamento contra la eyaculación precoz
Tras la aprobación por parte de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), España será el sexto país de la Unión Europea que comercializará el medicamento.
La eyaculación precoz posiblemente sea la disfunción sexual más común, con una prevalencia que alcanza al 21-33% de los varones (según un estudio divulgado por la revista oficial de la Asociación Médica Americana: JAMA. 1999;281:537-44). “No obstante, hay estimaciones que la cifran entre un 40 y un 45 por ciento, y es la primera causa de separación de las parejas por causa sexual”, recuerda Carlos Sancho, especialista de la Clínica Los Manzanos (Logroño). Del 44 por ciento es la estimación de los españoles Farré y Lasheras ('Actualización en Andrología').
“La cuestión, es que sólo un 20 por ciento de los pacientes acude a la consulta para intentar combatir el problema”, matiza. Porcentajes en mano, esta alteración es más frecuente que la disfunción eréctil, y se diferencia de ésta en que puede afectar a hombres de cualquier edad.
La eyaculación precoz afecta a la calidad de vida de quien la sufre y en la de su pareja. Los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) son fármacos utilizados en el tratamiento de la depresión, pero uno de sus efectos secundarios (eyaculación retardada) ha promovido su uso para el tratamiento de la eyaculación precoz. La dapoxetina es un ISRS de acción corta que alcanza su máxima concentración en sangre en una hora y se elimina rápidamente (entre 1 y 2 horas).
“Resulta muy positivo que se amplíen las herramientas terapéuticas para ayudar a los pacientes, pero también hay que tener en mente que estamos ante un problema complejo, en el que influyen muchos factores, y el abordaje integral de todos ellos es determinante para lograr el éxito en el tratamiento”, indica Sancho.
En ese tipo de abordaje se incluye la terapia conductual “y, desde luego -valora este experto- resulta crucial el apoyo y la implicación de la pareja en todo el proceso”. Dicho esto, también afirma que hay ensayos clínicos que muestran que este nuevo medicamento “puede llegar a triplicar el tiempo de latencia eyaculatoria (el que se tarda en eyacular) y mejorar en un 200 ó 300 por cien la sensación subjetiva de control de la eyaculación”.
En función de la dosis, los comprimidos pueden costar entre 11,80 y 15 euros. Es decir, de 35,50 a 45 euros por caja de tres pastillas.
0