Cerca de 11.000 mujeres unen fuerzas en apoyo a la investigación del cáncer

Corriendo, andando, al ritrmo de la música, con familia o con amigas. cerca de 11.000 mujeres se han sumado con sus camisetas rosas este domingo a la VIII Carrera de la Mujer por la Investigación, organizada por la Asociación Española contra el Cáncer en La Rioja. Las formas de participar en la carrera son variadas, pero la importancia está en la meta en sí misma: recaudar fondos para la investigación de la enfermedad.

Una cifra de participación récord con la que se podrá apoyar cuatro ayudas predoctorales, una postdoctoral y una ayuda 'Ideas Semilla' de la AECC. Pues como ha valorado la presidenta de la asociación en la comunidad autónoma, Elena Eguizábal, “la investigación de hoy es la medicina de mañana y la esperanza de muchas personas”.

“Hoy es un dia grande para las mujeres de La Rioja que han decidido para participar”, ha agradecido. “Es emocionante, se me ponen los pelos de punta con toda la ayuda de voluntarios, participantes, empresas, patrocinadores... todo el mundo con un solo fin: ayudar a la investigación del cáncer en La Rioja”.

“El objetivo que tenemos con la carrera es tan bonito que estamos todas a la vez para colaborar, incluidas las personas que participan en la Fila 0, es una barbaridad”, ha agradecido, asimismo, la presidenta de La Rioja Concha Andreu tras el corte de la cinta que ha dado paso a la salida.

Es esta una mañana en la que apoyar una buena causa y a la vez disfrutar en compañía. Así lo hacen dos amigas tocayas, Blanca y Blanca, que participan ya desde varias ediciones, también desde casa durante la pandemia. “Estamos unas cuantas, después vamos a ir a bailar al Ayuntamiento”, dicen antes de comenzar el recorrido. “Lo bonito es la unión, en este momento y siempre”. “Lo principal es estar y seguir estando”.

Y para todo hay una primera vez y, sino que se lo digan a Teófila que, junto a su nieta Paula se ha calzado hoy las deportivas. “Como soy de andar adelante he dicho venga, adelante”, cuenta animada. Su nieta, en cambio, ha participado también desde dentro de la iniciativa como voluntaria de Cruz Roja. “Como nos gusta bailar luego nos quedaremos un ratito”. “Y si hay que bailar, se baila”, ríe Teófila.

Aguardando fila para sacarse una foto junto al arco de salida y una Pantera Rosa, Mari Paz, Pilar, Candela y la benjamina, Sofía, charlan antes de dar comienzo al recorrido. todas ellas llevan un lazo rosa a juego con la camiseta, idea de la más pequeña. “El año pasado bailamos después un poco, este año hemos quedado a comer con otras amigas”, apuntan.

Un sprint en la parte final del recorrido. Este es el propósito de la pequeña Nora que junto a Mari Jose, Rebeca y más familia, se han sumado en grupo a la iniciativa. “El ambiente y la causa, sobre todo esta”, son sus razones para participar año a año. “Ya es tradición”.

La carrera da comienzo y entre las participantes, sin prisa pero sin pausa, Ilu es toda una veterana en la carrera, desde hace “trece o catorce años”, calcula. “Lo hacemos las hermanas y las amigas, es un día de fiesta para nosotras”. “El cáncer está muy presente y hay que echar una mano”, anima antes de emprender la marcha para alcanzar a sus compañeras.