De como llegar a 21 cometiendo 18 fallos
Víctor y Albisu son dos portentos de la naturaleza. Si no fallaran, ni cuatro pelotaris juntos podrían con ellos. Pero a veces fallan más que las escopetas de feria.
En menos de 9 tenían que dejar Víctor y Albisu a Irujo y Barriola para seguir con esperanzas en el campeonato. Y si no, al menos abandonar la feria matea con una victoria para quedarse con buen regusto. Pues nada de eso, la cruel estadística les crucifica: 18 errores entre los dos (11 del delantero y 7 del zaguero). Y aún así, la emoción en el marcador propició un grandioso espectáculo, haciendo vibrar al respetable que casi llenaba el frontón Javier Adarraga.
Voy a cansarme en esta crónica de citar la estadística, pero es que todo un ganador como Juan Martínez de Irujo llegó a 22 con tan solo 3 tantos ganados. Y, lo que también es noticia, con solo otros 3 errores. El voluntarioso Abel Barriola, que cuanto mayor es, más aguanta sin perderla, ganó una y perdió 3.
Entonces, ¿cómo puede ser posible que con tantos errores de la pareja de Asegarce, aún así me atreva a decir que el partido fue grandioso y espectacular? Pues porque los azules, sobre todo Víctor, transmiten esa genialidad, ese punto de arte, tamaña potencia, que el aficionado perdona a estos deportistas sus numerosos fallos.
El partido tuvo a una pareja mentalizada en tareas defensivas, como fueron Irujo y Barriola, y a unos potros desbocados, Víctor y Albisu, que lo mismo se marcaban un tanto de los de ovación y griterío, que fallaban pelotas más “a huevo” imposible.
Así pues, el marcador se movió a merced de los fallos y aciertos de los azules. Baste reseñar, para ejemplificarlo, que hasta el vigésimo tanto disputado no ganó Irujo su primer remate (una dejada al ancho que colocaba el empate a 10).
El campeonísimo Irujo no era el de los grandes días, dejando a Víctor toda la iniciativa, algo que no es nada habitual. Atrás, el oficio de Barriola sujetaba todos y cada uno de los zurriagazos de Albisu, ese zaguero con aspas de molino por brazos.
Como es norma, Víctor Esteban salió en tromba, consiguiendo 5 tantos de ensueño nada más comenzar la contienda. El primer fallo de su compañero frenó la espectacular salida. Tras este frenético inicio, hasta el 10 no empataron los colorados, como se ha reseñado más por deméritos de los de Asegarce que por méritos propios.
En la segunda parte la delantera fue para los de Aspe, pero sin llegar a romper el partido, de manera que se llegaba a la recta final con abrazos en el marcador a 18 y a 20. Varios de los tantos pusieron al público en pie, a pesar de acabar de enorme fallo.
El 21 a 20 fue el penúltimo error de Jon Ander Albisu, enredado en los cuadros alegres, al impactar la bola en la chapa cuando intentaba pasar por el ancho a Irujo, después de que este hubiera hecho recorrer a sus rivales todos los centímetros de las cercanías al frontis.
El empate a 21, error de Barriola en la carambola, también después de un tanto impresionante, con grandes ataques y defensas de los 4 pelotaris.
Y el 22 a 21 final, tras el último y séptimo error de Albisu, al tirar la pelota al colchón superior, en un alarde de fuerza y aguante innecesario a tales alturas de partido (se llevaba jugando una hora y 20 minutos).
Barriola, que durante los últimos tantos se puso de zurda todo lo que pudo, suspende para el partido de mañana contra Altuna y David Merino. El hermano de este último, Miguel, le sustituirá.
Decepción, por tanto, para Víctor y Albisu: Tras llegar a la final el año pasado, se van a casa con 2 derrotas y la sensación de que sus propios y abundantes errores les han impedido brillar en la feria.
Irujo: 3 tantos, 3 fallos (cifras que apuesto a que nunca han sido tan bajas en ambos aspectos desde que debutó, hace ya unos añitos).
Víctor: 14 tantos, 11 fallos.
Barriola: 1 tanto, 3 fallos.
Albisu: 1 tanto, 7 errores.
El primero de la velada supuso el último partido en profesionales del vizcaíno Iñaki Larrinaga, zaguero que debutó en enero de 2010, pero que no ha cuajado en su trayectoria en el profesionalismo. Acompañado por Jaka, venció 18 a 16 a Tainta y Apraiz.
Y en el postre, nuevo enfrentamiento entre los ezcarayenses de Aspe Gorka y Darío, respaldados respectivamente por Artxabaleta y Zabala, pelotaris ambos de la empresa Asegarce. Único emparejamiento mezclado entre las dos escuadras de la feria, cuya motivación se me escapa.
En esta ocasión Gorka, el mayor de los Esteban, volvió a imponer sus galones, aprovechándose de una tarde floja de su pupilo Darío Gómez. Cierto es que Ibai Zabala no vino a romperse las manos, pero la clave del 16 a 11 final estuvo en la mayor seguridad sobre la cancha que exhibió Gorka. Darío, en cambio, alternó grandes momentos, con fallos y entregadas incomprensibles.
Gorka: 3 tantos (uno de saque), 2 fallos.
Darío: 7 tantos (dos de saque), 5 fallos.
Aretxabaleta: 1 tanto, 2 fallos.
Ibai Zabala: 0 tantos, 4 fallos (uno al no devolver un saque restable).
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