Día 5: Recital de Altuna y Albisu

Doble a sencillo salió el dinero para los azules, y muy pronto confirmaron el pronóstico de la cátedra, con ventajas de 3 a 1 y 5 a 2. Pero más que el marcador, la sensación en la cancha era de dominio apabullante sobre los colorados. Es más, cada vez que el campeón manomanista bajaba la pelota para intentar buscar las cosquillas a Jokin Altuna salía trasquilado, cayendo el tanto para sus rivales.

Hacia el ecuador del encuentro mejoró algo Irribarria en el remate, pero sin llegar nunca a meter miedo a la otra pareja. Porque Irribarria tiene un golpe especial, ofrece bonitas voleas, pelotazos soberbios y algún que otro gancho a la punta. Sí, pero en parejas le cuesta mucho encontrar el hueco para apuntillar el tanto. Ayer Untoria hizo casi todo lo humanamente posible, incluso dominando en varios tantos a Bombardero Albisu, pero su esfuerzo luego no encontraba la recompensa del remate de su compañero.

Durante todo el partido, incluso cuando los colorados se acercaron 10 a 13, nadie creía en sus posibilidades, porque Altuna y Albisu jugaban con la relajación que proporciona el dominio claro de la situación. No por eso las gradas altas abandonaban su jolgorio, animando en lo posible al zaguero local. Pero la suerte estaba echada. No hacía falta cuentas para ver en cuánto había que dejarles para poder pasar a la final, es que estaba claro que la victoria iba a ser para los azules.

La tacada definitiva colocó el marcaddor en 21 a 10. El tanto 19 resume bien el partido: Tras el peloteo, la bola quedó clara para el remate de Irribarria. Pero antes siquiera de que el mocetón soltara el gancho, ya estaba esperándole en el ancho Altuna, que le devolvió una pelota con efecto sin que Iker supiera dominarla.

Jon Ander Albisu, el bombardero de la zaga, cuajó un partido casi perfecto, pegando largo y duro, defendiendo bien cuando sacudía “Alvarito”, y cometiendo un único fallo clamoroso en todo el partido. Una delicia de gran belleza plástica, cuando a este zaguero le salen bien las cosas.

Altuna volvió a enamorar a la afición riojana, ya que disfrutamos con ese estilo de juego alegre y atrevido que tanto gusta a este lado del Ebro. Jokin es un pelotari tocado por la gracia divina, que si su zaguero no domina, es capaz de prepararse él el tanto; que es más listo que los ratones coloraos; y que es una maravilla verle engañar al delantero rival solo con la postura previa al golpeo. Ayer ganó 8 remates y dos saques.

Al final, 22 a 14 y la parroquia esperando a que Olaizola II y David Merino lleguen a la gran final. Pero para eso tendrán que doblegar a Ezkurdia y Rezusta, pareja de Aspe que seguro que intentará ponérselo difícil. Mañana se lo contaré...

DATOS

Hora y cinco minutos de partido, con muy buena entrada y mejor ambiente en el Adarraga.

Irribarria: 7 remates y 5 fallos (2 a resto de saque).

Untoria: 2 tantos y 4 errores. Gran partido del najerino, estadística aparte.

Altuna III: 8 remates, 2 saques y 3 errores.

Albisu: 2 tantos y 1 fallo.

En el preliminar, muy buen partido de Miguel Merino, que junto al no menos acertado Ugalde ganaron 18 a 7 a Arretxe II e Imaz. Zaguero este último que jugaba su cuarto partido en lo que va de feria. El mayor de los Merino necesita un par de partidos más como el de ayer para recuperar la total confianza, aunque a estas alturas sin duda ya es conocedor de que la empresa pocas oportunidades le va a dar.

En el telonero, desazonó ver a Tolosa, un chavalote que encandiló en sus primeros meses de profesional, pero que a mi juicio fue reventado con tanto partido de entidad en aquel periodo. Ojalá me equivoque y remonte el vuelo, ya me gustaría. Junto a Retegi Bi remontaron un partideo que parecían tener perdido ante Arteaga II e Ibai Zabala.

El delantero perdedor volvió a jugar serio, valiente, potente y resolutivo, mientras que Zabala dio el mejor pelotazo en lo que va de feria: Tolosa casi no pudo meter la mano de lo aprisionado que estaba en el rebote, pero pasó totalmente inadvertido para los aficionados que se quedaron al tercer partido.