En San Mateo se meriendan sardinas

Las tardes de pelota de San Mateo son todo un clásico. No sólo para los aficionados logroñeses sino para cientos de personas de otros pueblos y regiones que tienen en su agenda una cita fija en septiembre.

A la oferta deportiva que llena cada tarde el frontón, se suma un atractivo más: el ambiente de la pelota. El hall del Adarraga se convierte en un hervidero en el que las fotografías y bustos de pelotaris son testigos mudos de una gran fiesta que arranca a media tarde y se prolonga hasta primera hora de la noche.

Y no hay quien se vaya de allí sin una buena merienda. El bar se llena de gente comprando bocadillos de sardina con guindilla, el pincho estrella que se degusta en cada una de las mesas, de pie o en el rincón más inesperado.

Pero para eso, hay que elegir la mejor materia prima, y también esa elección se ha convertido en tradición en Logroño. Unos días antes del inicio de la feria matea, la proveedora Lourdes Espiga, toda una institución ya en el Adarraga, convoca en el bar del frontón a los pelotaris y a un grupo de los más fieles aficionados para elegir la mejor sardina.

Se abren varias cajas de cuatro marcas diferentes y, tras una divertida degustación, se elige la mejor sardina. En esta ocasión la marca ganadora fue 'Cortizo'. Durante toda la feria matea y en el resto de eventos de la temporada, las sardinas de la conservera gallega llenarán cientos de pinchos y bocadillos. No hay tarde de pelota en Logroño sin un buen bocata de sardina y guindilla.