La mitad de las actuaciones de los Bomberos de Logroño son rescates y salvamentos

La mitad de las actuaciones de los Bomberos de Logroño son rescates y salvamentos

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Más rescates y salvamentos -la mayoría, para aperturas “urgentes” de puertas de domicilios particulares- y también más retirada de avisperos, y menos incendios. Es la evolución entre las más de 1.500 intervenciones anuales que llevan a cabo los Bomberos de Logroño, como ha destacado este martes el jefe del cuerpo, Alfredo Bazo.

Bazo, acompañado por la concejal de Igualdad y Convivencia, Eva Tobías, ha realizado esta mañana un recorrido explicativo por las instalaciones de los Bomberos del Consistorio logroñés, en las que prestan servicio 69 personas -64 bomberos operativos en plantilla, más otras cinco personas de apoyo en otras tareas- y que cuenta con un total de 17 vehículos -uno de ellos, antiguo, solamente para exposición-.

Ha detallado que, de esas más de 1.500 intervenciones al año, en torno a 700 son en la actualidad rescates y salvamentos. La mayoría, como ha incidido, son aperturas de puertas, una actuación que está al alza -se han triplicado en los últimos diez años- “sobre todo en los casos en los que están relacionadas personas mayores”.

Apunta el jefe de Bomberos, en todo caso, que este tipo de intervenciones “no las hacemos porque alguien haya perdido las llaves”, sino que se trata “solamente de casos urgentes”.

Una tipología en la que abundan “las personas mayores de las que no se sabe nada hace tiempo, que se han caído por una rotura de cadera y no se puede mover, o se han quedado atascadas en un cuarto de baño”, además de niños pequeños o bebés que están solos en casa o por dejarse encendida la cocina.

Además, dentro de estas actuaciones, “ahora las más habituales”, Bazo ha apuntado también las intervenciones por caídas de objetos y árboles, los saneamientos de fachadas, los achiques de agua “dependiendo del año” y la retirada de abejas y avispas algo en lo que se nota el cambio climático”. Por contra, van bajando ligeramente las intervenciones relacionadas con accidentes de tráfico -descarcelaciones, sobre todo-.

En torno a otras 500 actuaciones de los Bomberos son las que se hacen en incendios, aunque ha apuntado que la mayor parte son fuegos en vegetación, y ha puesto como ejemplo el gran número de ellos que provocan las pelusas de los chopos; o en contenedores, mientras que solamente en torno a un centenar se producen en viviendas.

En estos casos, precisamente, ha apuntado que hay un estricto protocolo de actuación. En todas las alarmas, el tiempo de reacción de los bomberos es de un minutos para ponerse en marcha desde que se recibe la alarma, y de unos cinco minutos y medio en llegar al lugar del suceso, si éste se encuentra en el casco urbano de Logroño.

A ello ha sumado que los Bomberos de la capital también atienden, gracias a un convenio con la Comunidad Autónoma, a intervenciones en otras zonas de La Rioja: los valles del Leza y del Iregua, aunque, en ocasiones puntuales, si no hay equipos disponibles, también acuden a otros puntos, como ocurrió este fin de semana con un pequeño fuego en Ezcaray, para el que se movilizaron aunque no intervinieron finalmente.

Estas salidas por la comunidad concentrarían en torno a un 25% de las intervenciones, a lo que hay que añadir un 1% que se desarrolla en Navarra e incluso algo menos de un 1%, que suponen las salidas a la provincia de Álava. Y a lo que supone las intervenciones en rescates y en fuegos se sumarían el resto de actuaciones, entre las que hay una importante parte de formación.

Con estos datos, Bazo, que ha considerado que “no se termina de conocer del todo cómo funcionamos los Bomberos, que va mucho más allá de apagar fuegos, ese es un concepto desfasado”. Normalmente, en el Parque hay siempre 8 bomberos de guardia, “con otros cinco más en guardias localizadas”, que suponen que, si es necesario, se personan en las instalaciones “en un máximo de 15 minutos”.

Cuando se trata de intervenciones en la ciudad, normalmente salen dos vehículos “uno de ellos, ligero, para que llegue antes y vaya preparando las intervenciones, y, en el caso de que haya víctimas, se las vaya atendiendo, en estrecho trabajo con los sanitarios”. En ellos, van un mínimo de seis bomberos -en la base se queda un conductor y otro más, para atender las llamadas y emisoras-.

Y, entre los vehículos con los que se cuenta, Bazo ha señalado las autobombas ligeras y pesadas; una autoescala para alturas, que se va a reponer en breve; vehículos auxiliares como el quitanieves o la lancha; los camiones para rescates, con herramientas específicas; el camión cisterna, con capacidad para 12.000 litros de agua; la bomba forestal; y la escala industrial, para incendios en industrias, que se consideran graves y a los que se acude con 7 bomberos y cuatro vehículos mínimo.

Los bomberos trabajan de lunes a viernes en tres turnos, mientras que los sábados y domingos se realizan turnos de 24 horas, con las guardias localizadas. El trabajo diario, mientras no hay intervenciones, se centra en la revisión de los vehículos, gimnasia y prácticas en el patio, con los camiones o en la torre, construida hace 17 años y en la que puede hacerse fuego o simularse inundaciones en el sótano.

La plantilla

La edad media de la plantilla de los bomberos logroñeses es de 46,6 años ahora mismo. Hace año y medio, se contaban con 59 efectivos, y, como ha señalado Alfredo Bazo, “la situación ha mejorado”. Las últimas incorporaciones, un bombero en agosto y una técnico en extinción en septiembre, darán paso en unos meses a ocho nuevos bomberos, para cuya selección ahora mismo se están desarrollando oposiciones.

“Lo ideal sería que hubiera algún efectivo más”, ha señalado el jefe de los Bomberos de Logroño, quien ha incidido que, con todo, “con lo que hay, nos tenemos que organizar”. Y mientras, se sigue trabajando con el equipo de Gobierno municipal “para resolver el conflicto” que afectó al cuerpo durante anteriores mandatos municipales.

De entrada, uno de los principales problemas eran las Resoluciones de Alcaldía por las que se mandaban las guardias, “y que ya no existen”. En este sentido, la concejala Eva Tobías -con competencias en este ámbito- ha subrayado que “estamos en lo esencial, que es hablar, hablar y hablar, para llegar a acuerdos que satisfagan a todo el mundo”.

Se trata, ha reseñado la edil, “de llegar a un acuerdo global, con mucha escucha y diálogo”. “Se van dando pasos, con el acuerdo temporal que se alcanzó y con la incorporación de un bombero en agosto y de la técnico en extinción en septiembre, pero hay que ir viendo y cubriendo las necesidades poco a poco. Y siempre con diálogo, diálogo y diálogo”, ha finalizado Eva Tobías.

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