LMB y PROGEA acusan de especuladores a quienes se oponen a la Ecociudad

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“La realidad es que los intereses que defienden quienes se oponen a la Ecociudad están en sintonía con los propietarios de los suelos de otros sectores que sí han estado sometidos a especulación urbanística y que, irreversiblemente, desembocarán en un precio muy elevado de las viviendas (desde luego muy superior al de las viviendas protegidas), con el consiguiente perjuicio para los ciudadanos”, ha leído Ignacio Martínez Villoslada, consejero delegado de LMB.

En definitiva, las empresas promotoras aducen que los que se oponen a la Ecociudad lo hacen por intereses propios. “Parece ser que los especuladores de antaño prefieren que no se construya vivienda protegida, tal vez porque eso supone competencia para poder sacar al mercado sus viviendas libres a precios hoy desmesurados”.

Han negado además el pelotazo urbanístico puesto que, según apunta Ignacio Martínez, es un proyecto muy arriesgado. “LMB y PROGEA aportarán a la Fundación que se constituya para gestionar las energías renovables hasta una cantidad de 11.419.927 euros. Además firmamos las primeras opciones de compra remuneradas en el año 2.000 y el precio de la compra venta de suelo bruto fue de 5.851.227,80 euros. Hasta la fecha, independientemente de la compra venta de suelo, estimamos unos gastos asociados al proyecto de 4.115.469,20 euros y una aportación de avales con el objeto de garantizar la urbanización y la evacuación de energía de 5.864.105,60 euros. Estos números posibilitan un proyecto arriesgado para los promotores, con una inversión de mas de 400 millones de euros”.

También han hablado sobre la diferencia de precio del metro cuadrado. Han justificado que los primeros 20.000 metros cuadrados que compró el IRVI a 9 euros fue porque era terreno rústico y esta entidad quería estar desde el principio en el proyecto. Por eso cuando se declaró de interés turístico regional, el precio se elevó a los 40 euros el metro cuadrado.

Finalmente, el IRVI se ha retirado del proyecto pero LMB y PROGEA consideran que eso no trastocará en nada el proyecto y esperan que se sumen al proyecto nuevos promotores. También ha invitado al Ayuntamiento de Logroño a que se adhiera al proyecto después de las tres sentencias favorables.

Además afirman que los informes técnicos avalan que el suelo es perfectamente viable para

construir y que no existe peligro de desprendimientos ni de movimientos de tierra. “Yo leí ese informe y no se dijo lo que realmente ponía en el informe. Se malinterpretó”, indica Luis Martínez Villoslada, consejero delegado de LMB.

También alegan que la Ecociudad supondrá un beneficio para la sociedad, no sólo por la construcción de más de 2.700 viviendas protegidas, sino porque además generará algo más de dos puestos de trabajo por cada vivienda que se construya, es decir, más de 6.000 puestos de trabajo entre directos e indirectos. “No tiene por tanto explicación que nadie se oponga a esta iniciativa en momentos tan difíciles como éstos”.