Logroño estudia ya cambios en el césped artificial de los campos municipales de fútbol

El Ayuntamiento de Logroño está ya estudiando cambios en el césped artificial de los campos municipales de fútbol, con el objetivo de adaptarlos a la nueva normativa de la UE que obliga a retirar el caucho de estas instalaciones.

Unas medidas que ya se introducirán en la licitación del primero de los campos cuyo césped debe renovarse “en los próximos meses”, el de El Salvador, en Valdegastea, según ha avanzado esta semana el concejal de Promoción de la Ciudad y presidente de Logroño Deporte, Miguel Sáinz.

A preguntas de los medios de comunicación momentos antes de reunirse con los clubes de referencia de la ciudad, para darles cuenta de las ayudas municipales 2023, Sáinz ha señalado que “llevamos algún tiempo estudiando esa medida que al parecer se avecina”.

“Estamos estudiando la base, el poso de la hierba artificial y encontrando soluciones que pueden pasar por utilizar fibra de coco o corcho en vez de esta solución actual. Y eso muy probablemente nos permita soslayar esos matices que Europa está aventurando y que los campos de hierba artificial en Logroño puedan ser una realidad”, ha señalado.

Sáinz ha apuntado que “la mayor parte de los campos de fútbol en los que se entrena son por lógica y por necesidad de hierba artificial, la hierba natural es francamente costosa de mantener y confiamos en encontrar soluciones a nivel local, a nivel nacional e incluso, por supuesto, a nivel europeo para que los campos de hierba artificial puedan incluso perdurar más de otros ocho años”.

En esta situación, el edil ha adelantado que “el primer campo de fútbol de hierba artificial que vamos a licitar en los próximos meses, antes del final de año, es el de El Salvador, que necesitaba de una importante mejora y lo vamos a cambiar por completo”.

En esa licitación “se va a incluir ya en el pliego estas precisiones sobre el poso, el fundamento sobre el que se erige la hierba artificial para intentar de alguna forma prolongar la vida artificial más allá de esos ocho años que desde Europa se aventuran, y que todo apunta a que por el momento pudieran ser su límite de vida útil”.