Mal lo tiene
Durante la última década, pocos han prestado atención a la clasificación mundial en este deporte, liderada por Woods con solvencia. Por el momento, el zurdo Phil Mickelson es el segundo y Steve Stricker es tercero. El británico Lee Westwood y el irlandés Padraig Harrington vienen por detrás.
Todos en este cuarteto de lujo ven que sus posibilidades de ganar más torneos y más dinero en premios será mayor ahora, que Woods está lejos del circuito. No es sólo en el campo donde los golfistas verán nuevas oportunidades. En el mundo de la publicidad, la ausencia de Tiger permitirá a otras caras ocupar su espacio.
Mickelson, en particular, podrá ver aumentadas sus oportunidades comerciales debido a su imagen de hombre íntegro. Sin embargo, los jugadores pueden perder si los patrocinadores dan la espalda a un deporte sin Woods.
Cuando Woods vuelva, la gran pregunta será si es o no el mismo jugador que ganó 14 “majors” y 71 torneos del PGA Tour. Incluso antes de que anunciara su retiro temporal, figuras deportivas de alto nivel se preguntaban si Woods sería capaz de mantener su supremacía tras este escándalo.
“Había un aura, y ese muro, si se quiere, que se ha abierto un poco. Así que hay grietas y siento que esto nos da más oportunidades de ganar grandes eventos”, dijo Colin Montgomery, capitán de Europa en la Ryder Cup.
“Creo que la mística se ha ido, la naturaleza misteriosa del hombre se ha ido”, agregó Montgomery. Ciertamente, la opinión de que Woods iba a ganar cómodamente los cinco “majors” más que necesita para superar el récord de 18 de Jack Nicklaus, ahora parece cuestionable.
No está claro si podrá jugar el próximo año y también está por verse si Woods estará de regreso para enfrentar a Europa en la Ryder Cup de septiembre. Pero es que la misma incertidumbre creada por la palabra “indeterminada”, asegura que Woods siga siendo el jugador del que más se habla en el golf. Aún cuando ni siquiera esté jugando.
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